Oda a la rosa

Voy a analizarte, rosa,
y quizás, al desmenuzarte te pierda,
pues al disecarte
como con el escalpelo del cirujano
iré escrudiñando tu anatomía
con peligro de disminuir tu belleza…,
de quitarte esencia,
de menguar tu Ser.
Un pimpollo es tu juventud,
tan logrado en su firmeza y
con esa suavidad en sus curvas y al tacto…
Luego te irás abriendo lentamente…
y serás hermosa en tu madurez,
te miraré curiosa y maravillada
sin querer perderme un instante
ese milagro de la naturaleza…
Pétalos concéntricos,
escondiendo, avara, la corola.
Aroma que embriaga…
Y el color; será rojo, rosa, o amarillo…,
cual más alegre,
una nota de color en el jardín,
o quizás, blanco…
Y las espinas, rígidas centinelas
de la virginal pureza.
Hojas ásperas, bordes dentados
y tallos sarmentosos, toscos,
contrastando con la suavidad de la flor
tan bella y tan tierna, como una caricia
grabada en el alma…

Un homenaje merecido a una flor tan hermosa, protagonista de celebraciones, romances y hasta duelos..

[b]Buena Oda a la rosa, a la que, por disección que haces de ella, debes conocer muy bien. Abrazos.

hermosa poesía, yo la interpreté de otra manera... es lindo lo que escribes!

Lorena Perez escribió:hermosa poesía, yo la interpreté de otra manera... es lindo lo que escribes!

Les agradezco, Lorena y Recaredo el visitar mis letras. El analizar, para mí, siempre supone menguar la belleza del objeto, por más bellas que sean sus partes constitutivas, es "robarles" esencia.

Saludos afectuosos

Delia