Centellas de alba

Como carbunclo azul dividido
en la epopeya de tus ojos,
ciñe la dulzura de tu cabellera
el nupcial extravío de las blancas sombras.
Ojos que sin voz, refuerzan los latidos
murmullos en tu pecho de pasión soberana.
Canto que destella la cuna en la mañana,
la dócil elocuencia de las aves, tan temprana.
Ojos que no ven, corazón que sueña,
luna de papel en el vientre de un cuaderno.
Refugio en el vaivén de la clepsidra misteriosa
que en tus manos de azucena aletargan la sonrisa.
Puebla pues, misterioso la carcoma de madera
sutil, sin el quizás, un sol de primavera.

Un amanecer mágico, descubierto en la presencia de quien se ama. Magnifico versos poeta! Gracias por compartirlos

Muchas gracias Reyna!!!!

Bello y dulce versar, un deleite encontrarme con su bella inspiración.

deliciosos versos... niño... tan malacostumbradas nos tienes!

Un exquisito canto... una melodía destellante... un placer leerte, siempre.
Un abrazo amigo.

Muchísimas gracias, dulce atardecer...

Qué alegría Lorena que les haya gustado mis versos...

Copioso como el tibio firmamento,
nace una estrella, de efímero sustento:
algarabía, tibio nacimiento,
lúgubre y Sol, danubio encuentro;
por el astro y sombra del recibimiento,
campana y alud en el mismo centro...

Muchísimas gracias Lore!!!!

Nancy, ahora tú, como estrella de la noche,
resguardo mi cincel, y aplomo mi caída,
pues no es de mi palabra la obra concluída,
ó no ha de ser, mi sombra, de azabache.
La luna encuentra los pasos al no verte
acomplejada quizás, sin la mañana,
pero sin duda tus ojos son temprana
matutina alabanza a una flor que no se vierte...

Pueden sombras en las noches escucharte
no quiera mi sol, por lumbre importunarte...


Muchísimas gracias Nancy!!!!!

Bello el sentir del amanecer buscando el refugio de la amada, que dulzura y maestría le das a estos versos.
te abrazo en la distancia

Muchísimas gracias amigo poeta!