Noviembre

Noviembre

Se llamaba ella Noviembre,
senos, miel y redención,
con lluvia en el corazón
y en el rostro una curtiembre.
Cuanto y cuanto más se siembre
entre sus alas dormidas,
se ha de volver estampidas,
de su piel hará un eriazo,
tal ocurrió con mi paso
sin someterla a mis bridas

Mujer más hembra no anduve
cauce más dulce no tengo,
no vino de donde vengo,
tampoco fue adonde estuve,
Pasó en mi cielo cual nube,
dejando estragos con su agua,
con su vestido y su enagua,
con su torrente desnudo,
tras irse ninguna pudo
volver a secar mi fragua.

Por suerte tuve coraje,
por suerte a su amor respondo
con cauces allá en lo hondo,
con costas a su abordaje.
Por suerte de su alma traje
tanta pasión y ternura
que no me falta locura
para rendirme a sus pies
y decirte, si la ves,
que el tiempo no todo cura.

Tal vez tú ya la conoces,
tal vez ya estuvo en tus brazos
y sepas de aquellos lazos
que amarran besos y voces.
Tal vez hoy recién la goces
y la has de perder mañana,
lo mismo da, no se afana
más el hombre ante lo breve,
mas todo su encanto bebe,
como en la roja manzana.

Salúdala, pues, con gesto
de quien la dicha disfruta,
si a muchos llegó su fruta,
que muchos canten por esto.
Yo mismo por ser honesto
no sé si fue la primera,
tampoco sé si yo lo era
en esas noches de fuego,
por ser honesto, te ruego,
no aclares tú esta quimera.

29 05 10

Hola Oscar: Creo sinceramente que tenés una espectacular y maravillosa forma de escribir. Ha sido un enorme placer leerte. Un abrazo.

[b]Esplendidas décimas, amigo Óscar. Ha sido un placer pasar a leerlas. Abrazos.