Uno de noviembre
No abandonaré
ni el amor que hay en mi,
ni el amor que me das,
no renunciaré
a volver junto a ti
ni a estar donde tú estás,
puede suceder
que me quede sin voz,
que me ponga a temblar,
pero has de saber
que tú y yo somos dos,
que este verbo es amar,
no reniego del mal
que pudo suceder,
que te pude causar,
pero es más esa sal
que fundió nuestro ser,
que anduvo en nuestro mar,
dame la ocasión
de escucharte y decir
lo que hemos de alcanzar,
estos besos son
mi forma de pedir
un volver a empezar,
guárdalos en ti,
déjalos florecer,
no les pongas rencor,
sé que en ti hay un sí,
no renuncio a volver,
no renuncies, mi amor,
no renuncio a tu amor,
no renuncies tú a mi.
30 11 11
No abandonaré
ni el amor que hay en mi,
ni el amor que me das,
no renunciaré
a volver junto a ti
ni a estar donde tú estás,
puede suceder
que me quede sin voz,
que me ponga a temblar,
pero has de saber
que tú y yo somos dos,
que este verbo es amar,
no reniego del mal
que pudo suceder,
que te pude causar,
pero es más esa sal
que fundió nuestro ser,
que anduvo en nuestro mar,
dame la ocasión
de escucharte y decir
lo que hemos de alcanzar,
estos besos son
mi forma de pedir
un volver a empezar,
guárdalos en ti,
déjalos florecer,
no les pongas rencor,
sé que en ti hay un sí,
no renuncio a volver,
no renuncies, mi amor,
no renuncio a tu amor,
no renuncies tú a mi.
30 11 11
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