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por Recaredo Sáb Jun 26, 2010 2:15 pm[b]
La Musa Alegre. (Dedicado a Siniestra)
[b]La escena transcurre en el interior de un patio cordobés:
Macetas con flores, rosales, una fuente, un velador, dos sillas de anea
y tal.
Por un lateral sale la Musa como si cayera del cielo; viene como si acabara de salir de una bacanal; por lo tanto, algo trompa.
Ataviada con túnica griega, corona de flores en la cabeza y una copa de oro en su mano, de la que se echa algunos tragos de vez en cuando.
Con cierta perplejidad observa el lugar y dice:
Musa----------- ¿Qué morada de inmortales
es ésta donde he caído...?
Ventanas, fuente, rosales...
¡Sin duda, suerte he tenido...!
Otra cosa hubiera sido
caer, como temí en el mar;
pues, aunque yo sé bien nadar...
Nereo se hubiera ofendido.
Y, seguro que ese viejo,
que, a más de viejo es un truhán,
ido hubiera al alto Olimpo
a informar a los demás.
Y Zeus, no está en estos días
de humor para ciertas cosas.
Era, lo tiene amargado.
¡Menuda perla, esa diosa...!
Yo temo que cualquier día;
a pesar de ser su esposa,
como no lleve cuidado
la convertirá en Arpía.
Y, estando mi padre así,
tan preocupado y maltrecho...
¿Cómo se me ocurre a mí
este estropicio que he hecho?
Porque, ahora que lo pienso,
tal y como están las cosas…
Creo que fue una tontería
excedernos con las copas
de néctar y de ambrosía.
Hace una pausa, se lleva la copa a la nariz y huele, hace un mohín y luego dice:
Pero, ¿Es ésto en realidad
lo que contiene mi copa...?
La prueba, chasca la lengua y luego exclama:
No ¡Esto es jugo de la vid!
( Los hombres lo llaman vino)
¡Ay dios bastardo y ruin...!
Dionisos, yo te maldigo.
Y, por el mismo Tifón
¡Juro darte tu castigo
cuando vuelva al Helicón!
Hace una pausa durante la cual parece calmarse. Luego, como resignada a su suerte dice:
Pero ¡En fin! Ya el daño hecho...
No quiero empeorarlo más.
Y será mejor sacar
de mi viaje provecho.
Mira el entorno con detenimiento y dice:
Si mi vista no me engaña;
a pesar del colocón...
¡Esta tierra es la de Hispania!
Donde Hércules, con maña,
los toros robó a Gerión.
Pero, la veo tan cambiada...
Claro está que, una miriada
de años ha que no vengo...
¡Desde mi infancia! Y ahora tengo...
¡Más siglos que la alborada!
Continuará...
Recaredo
La Musa Alegre. (Dedicado a Siniestra)
[b]La escena transcurre en el interior de un patio cordobés:
Macetas con flores, rosales, una fuente, un velador, dos sillas de anea
y tal.
Por un lateral sale la Musa como si cayera del cielo; viene como si acabara de salir de una bacanal; por lo tanto, algo trompa.
Ataviada con túnica griega, corona de flores en la cabeza y una copa de oro en su mano, de la que se echa algunos tragos de vez en cuando.
Con cierta perplejidad observa el lugar y dice:
Musa----------- ¿Qué morada de inmortales
es ésta donde he caído...?
Ventanas, fuente, rosales...
¡Sin duda, suerte he tenido...!
Otra cosa hubiera sido
caer, como temí en el mar;
pues, aunque yo sé bien nadar...
Nereo se hubiera ofendido.
Y, seguro que ese viejo,
que, a más de viejo es un truhán,
ido hubiera al alto Olimpo
a informar a los demás.
Y Zeus, no está en estos días
de humor para ciertas cosas.
Era, lo tiene amargado.
¡Menuda perla, esa diosa...!
Yo temo que cualquier día;
a pesar de ser su esposa,
como no lleve cuidado
la convertirá en Arpía.
Y, estando mi padre así,
tan preocupado y maltrecho...
¿Cómo se me ocurre a mí
este estropicio que he hecho?
Porque, ahora que lo pienso,
tal y como están las cosas…
Creo que fue una tontería
excedernos con las copas
de néctar y de ambrosía.
Hace una pausa, se lleva la copa a la nariz y huele, hace un mohín y luego dice:
Pero, ¿Es ésto en realidad
lo que contiene mi copa...?
La prueba, chasca la lengua y luego exclama:
No ¡Esto es jugo de la vid!
( Los hombres lo llaman vino)
¡Ay dios bastardo y ruin...!
Dionisos, yo te maldigo.
Y, por el mismo Tifón
¡Juro darte tu castigo
cuando vuelva al Helicón!
Hace una pausa durante la cual parece calmarse. Luego, como resignada a su suerte dice:
Pero ¡En fin! Ya el daño hecho...
No quiero empeorarlo más.
Y será mejor sacar
de mi viaje provecho.
Mira el entorno con detenimiento y dice:
Si mi vista no me engaña;
a pesar del colocón...
¡Esta tierra es la de Hispania!
Donde Hércules, con maña,
los toros robó a Gerión.
Pero, la veo tan cambiada...
Claro está que, una miriada
de años ha que no vengo...
¡Desde mi infancia! Y ahora tengo...
¡Más siglos que la alborada!
Continuará...
Recaredo
Última edición por Victor E. Alonso Alvarez el Lun Feb 07, 2011 11:57 pm, editado 1 vez (Razón : sugerido por moderador)
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