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por Poesía para Iara María Villegas,
Ternura y Erudición
Sabe Dios, dónde aflora tu sapiencia,
si no el arte no bebe de tu Luna,
pasajero mi amor por tu fortuna
mi designio, si helado, en la cultura…
Cueste más mirar dentro de tus ojos,
si tu risa no oprobia la bandera,
cueste más tu suspiro en la pedrera,
sabe Dios tu sonrisa, Primavera…
Ternura, Erudición por ti proclama,
del viento a tu figura lisonjera,
si tu próspero enigma me reclama
turpitud a mi afable costa entera…
Si no el lienzo a tu atril jovial te espera,
mi triunfo en el Arte de tu soplo
vuela el lirio claveles en tu hombro,
de tu miel y tu boca hay Obra nueva…
Es tu espíritu rosa mañanera,
y las flores esperan tu mudanza,
para ser bellas artes de tu pluma,
y privanzas Ondinas de la calma…
Cuánto más, corazón, será tu auge?
Si tus rosas declinan alabastro,
para ser rosas nuevas de tu astro,
donde hay Tesoros-almas cual vergel?
Es tu belleza, acaso, la mirada
que tus ojos imprimen en papel?
Cuántas rosas no hay, apresuradas
de tu frescura y aman el pincel?
Es tu mano vehemencia sobre el trigo,
satisfecha tu Lira sobre el prado?
De tu alcurnia derriban las murallas?
Que tu boca en la fruta besa miel?
Tu sonrisa es el Alba de los ángeles,
importuna a Cupido toda flecha
que tu goce fantástico declara,
hacia el mar de mi asombro, Timonel!
Vuela heroica tu pluma sobre ruinas,
que las Obras, tu imagen saben bien,
a las Costas tus labios se declaran,
como púrpuras rosas, y un clavel?
Sabe el labio tu beso que ornamenta
y la Luz, en la tinta puede ver,
tu mirada en la noche de tu Arte
que el deleite en la sombra, nace, pues.
Sabe Dios de tu Lumbre en las estrellas,
y el ave te reclama carmesí?
Del hornero ó zorzal que se enamora,
de la Voz de tus labios y cincel…
Orlada en tu figura, la belleza,
puede el habla sentir, no tu destreza?
Alejandro Rodrigo Flagel
Ternura y Erudición
Sabe Dios, dónde aflora tu sapiencia,
si no el arte no bebe de tu Luna,
pasajero mi amor por tu fortuna
mi designio, si helado, en la cultura…
Cueste más mirar dentro de tus ojos,
si tu risa no oprobia la bandera,
cueste más tu suspiro en la pedrera,
sabe Dios tu sonrisa, Primavera…
Ternura, Erudición por ti proclama,
del viento a tu figura lisonjera,
si tu próspero enigma me reclama
turpitud a mi afable costa entera…
Si no el lienzo a tu atril jovial te espera,
mi triunfo en el Arte de tu soplo
vuela el lirio claveles en tu hombro,
de tu miel y tu boca hay Obra nueva…
Es tu espíritu rosa mañanera,
y las flores esperan tu mudanza,
para ser bellas artes de tu pluma,
y privanzas Ondinas de la calma…
Cuánto más, corazón, será tu auge?
Si tus rosas declinan alabastro,
para ser rosas nuevas de tu astro,
donde hay Tesoros-almas cual vergel?
Es tu belleza, acaso, la mirada
que tus ojos imprimen en papel?
Cuántas rosas no hay, apresuradas
de tu frescura y aman el pincel?
Es tu mano vehemencia sobre el trigo,
satisfecha tu Lira sobre el prado?
De tu alcurnia derriban las murallas?
Que tu boca en la fruta besa miel?
Tu sonrisa es el Alba de los ángeles,
importuna a Cupido toda flecha
que tu goce fantástico declara,
hacia el mar de mi asombro, Timonel!
Vuela heroica tu pluma sobre ruinas,
que las Obras, tu imagen saben bien,
a las Costas tus labios se declaran,
como púrpuras rosas, y un clavel?
Sabe el labio tu beso que ornamenta
y la Luz, en la tinta puede ver,
tu mirada en la noche de tu Arte
que el deleite en la sombra, nace, pues.
Sabe Dios de tu Lumbre en las estrellas,
y el ave te reclama carmesí?
Del hornero ó zorzal que se enamora,
de la Voz de tus labios y cincel…
Orlada en tu figura, la belleza,
puede el habla sentir, no tu destreza?
Alejandro Rodrigo Flagel
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