Topacio de risa, carbunclo de nieve...

Topacio de risa, carbunclo de nieve…


Topacio de risa, carbunclo, nieve
perfuma mi mano, caricia leve
de rapto y fulgor, aleve te pruebe,
tu beso sonrosa, mis horas breves…
Es alba y es tu Sol, mi niña bella,
perfume en tu diamante, clara estrella:
es Cielo en el levante, clara aurora,
de sombras ruiseñor, palabra dora…

Lapislázuli, piedra abrumadora,
tenor, que de la sombra se acomete
aguamarina esbelta, que somete,
tu sombra entre las noches que atesora…
Perfume de limones y de uvas
escoplo es a tu lira, vendavales,
risueño en los rubíes primordiales,
con que los vinos sueñan, en sus cuevas…

Tesoro de tu risa, tus aureolas
arroban las endechas de tu claro,
y en tus danzantes sombras arrebolas,
en el hiriente brillo de tu faro…
Cuál es, de tu belleza mi frutal?
Ó cuál, ya de tu Lira, mi Poema?
En el jolgorio preso, tu arrabal,
es de mi esquina labios y decena…

Topacio de tu beso de cristal.
Ya Música en mi Cielo noche arriba,
y en el precario duelo ornamental,
mi sol escribe sueños en la oliva…
Ya de tus claros, Oros, el recelo,
afronta de las arcas, comensal
que de laureles álgidos, el vuelo
no priva de sabores, a raudal…

Excusa, si mi aliento humedecido,
por vagas frondas arduas del pincel
a tu racimo esconde lo prohibido,
y en tu solemne risa mi arancel…
De tu poesía no confronta el arte,
de distinguido aroma, pincel roba
el Arte que perdura y que me engloba,
en tu suspiro cauto puedo amarte…

Trasciende no la noche, estima el arca,
en tu soplido exhausto, mi alma abarca…


Alejandro Rodrigo Flagel