Muñeca

Era un hombre de dulce aspecto
que con cuidado caminaba en la acera
la lluvia copiosa convertía los faros en estrellas
sobresalía de entre el tumulto
porque en sus brazos cargaba a una princesa
los luengos bucles olían a fresca hierba
y en sus ropajes de regia coloratura
se adivinaba el abolengo de tal criatura
unos divinos zapatitos tejidos con perlas
completaban el majestuoso traje.
El trafico de paseantes presurosos no impedía
que cuidará con esmero a su precioso cargamento
El paraguas apenas le cubría
pero su tesoro resguardado con empeño
ni una gota del húmedo manantial exhibía
una anciana con voz de otras eras por fin expresó
lo que los curiosos murmuraban al verlo
Disculpe Señor, que belleza de muñeca
es una lástima el que no sea una niña de verdad
acaso es para su nena o quizás su esposa?
El hombre la miró con infinita tristeza y respondió
es para ambas, hoy es su aniversario.
Perdón que interrumpa la conversación
pero he llegado a mi destino, vaya con Dios.
Y cruzando presuroso la calle
entro por la puerta principal de un cementerio
La anciana santiguándose dijo “ Padre nuestro que estás en los cielos...”.

Aplausos a tu poema poeta, te dejo un abrazo.

Tal esmero, Talento y dulzura, sofocan mi lengua, para comentar tan apreciado Trabajo.

Tienes un Don en gran desarrollo muy desarrollado tu talento,

Maravillosa pluma,

Sigue aprendiendo sigue leyendo sigue adelante escribiendo tus maravillas!