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por Quetzalcoatl Vallejo Sáb Dic 28, 2013 12:08 amPareciera que camino de rodillas y en círculos
extraviado una y otra vez
en mi propio mundo.
II
La sociedad me agrede por mi carro viejo.
Les ofende su pintura carcomida por sólidos baños de sol
(Interminables).
Por su calavera rota,
sus cicatrices de choques,
sus asientos deshilados infestados de historias de sueños,
de besos, de sexo
y de tragedia…
Por eso, a mi carro viejo no lo cambio ni lo vendo.
Porque fue mi primer carro y además;
es mi amigo.
Si necesitas un carro nuevo para conquistar a una mujer,
no tienes nada, nada…
(Tan sólo un carro nuevo).
Yo no sé amar como todos los hombres…
Es más fácil para mí regalar un poema que una flor.
Un disgusto que una caja de bombones.
Una charla nocturna interminable que un oso caro de peluche.
Una canción mía mal grabada en un cassette,
que el disco nuevo de Arjona
o de cualquier otro esclavo del hit-parade.
Jamás me verás de traje
y para la gente y las madres de mis mujeres
no soy más que un perdedor…
(O un caso perdido).
Jamás me fotografío con ningún amor para no robar su imagen
y subirla después como prueba inequívoca de propiedad privada,
en una red social.
Es más fácil para mí robarte una lágrima o un beso en medio del frío
que llevarte a cenar a un sitio lindo,
y en lugar de ponerte apodos idiotas supuestamente con cariño,
sólo te llame con respeto por tu nombre.
Yo no sé amar como todos los hombres.
Las únicas serenatas que he dado
han sido desnudo en un cuarto de hotel,
al pie de una cama desarreglada
y después de haber hecho el amor
una y otra vez,
hasta el vacío…
extraviado una y otra vez
en mi propio mundo.
II
La sociedad me agrede por mi carro viejo.
Les ofende su pintura carcomida por sólidos baños de sol
(Interminables).
Por su calavera rota,
sus cicatrices de choques,
sus asientos deshilados infestados de historias de sueños,
de besos, de sexo
y de tragedia…
Por eso, a mi carro viejo no lo cambio ni lo vendo.
Porque fue mi primer carro y además;
es mi amigo.
Si necesitas un carro nuevo para conquistar a una mujer,
no tienes nada, nada…
(Tan sólo un carro nuevo).
Yo no sé amar como todos los hombres…
Es más fácil para mí regalar un poema que una flor.
Un disgusto que una caja de bombones.
Una charla nocturna interminable que un oso caro de peluche.
Una canción mía mal grabada en un cassette,
que el disco nuevo de Arjona
o de cualquier otro esclavo del hit-parade.
Jamás me verás de traje
y para la gente y las madres de mis mujeres
no soy más que un perdedor…
(O un caso perdido).
Jamás me fotografío con ningún amor para no robar su imagen
y subirla después como prueba inequívoca de propiedad privada,
en una red social.
Es más fácil para mí robarte una lágrima o un beso en medio del frío
que llevarte a cenar a un sitio lindo,
y en lugar de ponerte apodos idiotas supuestamente con cariño,
sólo te llame con respeto por tu nombre.
Yo no sé amar como todos los hombres.
Las únicas serenatas que he dado
han sido desnudo en un cuarto de hotel,
al pie de una cama desarreglada
y después de haber hecho el amor
una y otra vez,
hasta el vacío…
» Déjame unir mi mano con la tuya...
» Tu rostro...
» Memoria de tu luz, cuerpo bohemio...
» Mi ciudad
» Mujer -reclamo tus rosas-
» La huella del amor...
» Desnuda cadencia...
» Son claveles...