Luctuoso telar entre las sombras mira
tu vago oropel cual circunstancia
desarma el velo cual admira
de la sombra el vaivén de tu constancia.
A tu regazo se cimbra hasta el ocaso
el incipiente carmín de ralo vuelo
que en el dosel que procura tu desvelo
oriunda de la sal el oro de tu paso.
Cual sedienta paloma que enclaustra el paraíso
de la horma estelar de tu figura
al latir caudal asoma en la estrechura
de un hondo sueño que anhela tu preciso
marfil de blanca nieve, aurora
que en el légamo de la tarde se atesora
a nacer en la cumbre, tu cintura
se embellece tu mano, es alba pura.
Ornamenta el orfebre océano que quiso
arrimar por el desvelo la sombra que murmura
el atardecer interrogante de improviso
ante la sombra de tus ojos, la lectura.
Y entonces me desatas en el alba
desde el alba al crepúsculo que asoma
y es el silencio de tu sombra el fuego toma
el arrecife del coral, tu boca malba.
Tú me enlenteces cual preludio de una noche
cual vespertina admiración, caudal de broche.
tu vago oropel cual circunstancia
desarma el velo cual admira
de la sombra el vaivén de tu constancia.
A tu regazo se cimbra hasta el ocaso
el incipiente carmín de ralo vuelo
que en el dosel que procura tu desvelo
oriunda de la sal el oro de tu paso.
Cual sedienta paloma que enclaustra el paraíso
de la horma estelar de tu figura
al latir caudal asoma en la estrechura
de un hondo sueño que anhela tu preciso
marfil de blanca nieve, aurora
que en el légamo de la tarde se atesora
a nacer en la cumbre, tu cintura
se embellece tu mano, es alba pura.
Ornamenta el orfebre océano que quiso
arrimar por el desvelo la sombra que murmura
el atardecer interrogante de improviso
ante la sombra de tus ojos, la lectura.
Y entonces me desatas en el alba
desde el alba al crepúsculo que asoma
y es el silencio de tu sombra el fuego toma
el arrecife del coral, tu boca malba.
Tú me enlenteces cual preludio de una noche
cual vespertina admiración, caudal de broche.
» Signo en tarde de otoño
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» De tu inspiración, espira en la tormenta…