Brindar hoy quiero por tu amor sincero
la fresca brisa que me da tu embrujo,
del cielo vienes a decir "te quiero"
caricia fue... que pronto me sedujo.
Te alabo cual demente, suave anhelo,
brindo el más tierno beso enamorado,
son ansias que me dan feliz desvelo,
me das tu esencia ¡Mi ángel adorado!
Por ti... criatura dócil y abnegada,
das un lugar al ser en tu universo,
eres de Dios... su tierna bien amada,
Quién te hizo en el cielo haciendo un verso.
¡Por ti... mujer!... Contagias la frescura
de tu fragante amor... y en él me has dado,
regio elixir de vida y amargura
con el encanto dulce del pecado.
¡Por tí mi amada!... excelsa das tu casta!
muestras tu ser enorme y endiosado
y entregas algo... ¡Eso que me basta!
para amar a tu Dios crucificado.
¡Por ti! Figura bella y arrogante…
que muestras orgullosa tu hermosura,
con ese cuerpo frágil y ondulante
y esa piel fresca llena de tersura.
Es tuyo el gran placer de haber tomado
de mi cuerpo el gozar de haber vivido
y tú no sabes ¡Cuánto te he gozado!
En mi sueño de vida tan querido.
El día de hoy será bien celebrado
un año más que gozo tu finura,
tu sonrisa que me ha regocijado,
en tierno goce pleno de dulzura.
Felipe de Jesús Legorreta Levy.
Copyright INDAUTOR México.
Libro: Ensayos de Poesía Clásica.
032009102910090800-14 Pag. 25.
la fresca brisa que me da tu embrujo,
del cielo vienes a decir "te quiero"
caricia fue... que pronto me sedujo.
Te alabo cual demente, suave anhelo,
brindo el más tierno beso enamorado,
son ansias que me dan feliz desvelo,
me das tu esencia ¡Mi ángel adorado!
Por ti... criatura dócil y abnegada,
das un lugar al ser en tu universo,
eres de Dios... su tierna bien amada,
Quién te hizo en el cielo haciendo un verso.
¡Por ti... mujer!... Contagias la frescura
de tu fragante amor... y en él me has dado,
regio elixir de vida y amargura
con el encanto dulce del pecado.
¡Por tí mi amada!... excelsa das tu casta!
muestras tu ser enorme y endiosado
y entregas algo... ¡Eso que me basta!
para amar a tu Dios crucificado.
¡Por ti! Figura bella y arrogante…
que muestras orgullosa tu hermosura,
con ese cuerpo frágil y ondulante
y esa piel fresca llena de tersura.
Es tuyo el gran placer de haber tomado
de mi cuerpo el gozar de haber vivido
y tú no sabes ¡Cuánto te he gozado!
En mi sueño de vida tan querido.
El día de hoy será bien celebrado
un año más que gozo tu finura,
tu sonrisa que me ha regocijado,
en tierno goce pleno de dulzura.
Felipe de Jesús Legorreta Levy.
Copyright INDAUTOR México.
Libro: Ensayos de Poesía Clásica.
032009102910090800-14 Pag. 25.
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