Transitamos por caminos solitarios, resueltos,
la noche sorprende al bueno y al malo
atados de brazos por el campo florecido.
Caminamos tranquilizando al bosque y olvidando las quejas,
es hora de bajar con una respuesta en la cabeza,
¿corro el riesgo de disturbar al universo?
¿hay suficiente tiempo para las decisiones
y las nuevas ediciones que se corrigen en un minuto?.
Entonces sabido todo,
admito por la mañana,
bajo la música de la esquina distante que llega despues,
que no soy profeta.
Es un momento para titubear,
para morder con una sonrisa,
para grabar en una pelota al universo y
lanzarlo hacia cualquier pregunta de forma aplastante.
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» Signo en tarde de otoño
» Juramento
» CUAL, CUAL ,CUAL
» Oda al aire
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» Flores esparcidas en mi alma
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