Te retengo en el tiempo

Mi mente va forjando la escultura
de los dos, alrededor de tu piel
ato y desato nuestra copia fiel,
definiendo cada nomenclatura.

De las manos estamos anudados,
sí, con nudos de pasión y alegría,
atándote, atándome en sangría
y es el amor que hemos desnudados.

Uniéndonos como se une al molde,
pero no el bronce ya hecho río,
sino, el tuyo y el corazón mío.

Nuestro monumento no fue en balde,
forjamos un museo de pasiones,
sin movimiento ni más, pretensiones.

Autor: Alcibíades Noceda Medina

Uniéndonos como se une al molde,
pero no el bronce ya hecho río,
sino, el tuyo y el corazón mío.


Qué hermosos versos amigo...me han gustado mucho...
Un abrazo cariñoso.

Bonito homenaje a una persona amada. Me gustó, amigo Alcibíades. Abrazo!!

que bonito lo expresas... me gusta mucho!