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por Fernando Liendro (E.P.S) Dom Jul 11, 2010 11:46 pmEn esa esquina te seguiré esperando
¡¡Recuerdas!!
Ese día que éramos desconocidos
y una voz en mi interior me impulso
para dar la primera palabra
y tú me ignoraste sin problemas.
Yo seguía sentado en ese paredón
y cada vez que te veía, latía mas mi corazón,
me miraste y sonreíste, te fuiste
y cuando me viste, yo quede sonriente.
¿Cuándo es que un tímido haya su valor?
es cuando sabe que tiene al frente a su amor,
eres el clavel del invierno, la mariposa de la luz
y el hielo que congeló el tiempo y el dolor.
Paso poco cuando me hablaste y me dijiste tu nombre,
sentados en esa esquina charlamos sin fin,
la lluvia caía y nos mojamos, la simpatía no tenia corte,
estos recuerdos me hacen tan feliz.
Pasaste a mi casa, mi familia te quiso realmente,
tu gracia fue tu fuerte para verte diferente y lo eres,
nunca descubrí una dama de mil emociones
y también una mujer con muchos dones.
No sabes cuantos talentos tienes adentro,
eres la musa que escode muchos secretos,
yo te adivine, te descubrí y me explicaste
los sentimientos escondidos, sufriste demasiado.
Éramos iguales, sentía lo mismo que vos
y ese día de frio y lluvia, nos besamos,
a pesar de que teníamos diferentes historias
sabíamos que juntos podíamos luchar.
Venias, hablabas, paliabas y sonreías,
ya eras parte de mi familia, ya lo sabías,
pero cuando tuviste problemas
fue cuando luche para que no sufras.
Fue cuando la vida me hizo recordar viejos momentos,
pero no querías meterme, pero me metí,
esa noche de luna roja, recordé lo que sufrí
cuanto estuve paliando contra tus espectros.
Después de eso, te quedaste en mi casa,
sentía como en mi, despertaba mis malas experiencias
y esa misma noche aliviaste todo en mi,
dormí en tus caricias y tu belleza.
Desperté y no te encontré conmigo,
te fuiste, pero mi amor por vos no se fue,
me dejaste una carta y una lagrima con el
y esa palabra que dejaste no lo perdí.
Sé que ahora no te encontrare,
pero yo se que te hallare sin perder las esperanzas
y que nos amaremos sin importar nada,
aunque me dijiste en la carta “espérame”
¡¡Recuerda!!
En esa esquina te seguiré esperando.
¡¡Recuerdas!!
Ese día que éramos desconocidos
y una voz en mi interior me impulso
para dar la primera palabra
y tú me ignoraste sin problemas.
Yo seguía sentado en ese paredón
y cada vez que te veía, latía mas mi corazón,
me miraste y sonreíste, te fuiste
y cuando me viste, yo quede sonriente.
¿Cuándo es que un tímido haya su valor?
es cuando sabe que tiene al frente a su amor,
eres el clavel del invierno, la mariposa de la luz
y el hielo que congeló el tiempo y el dolor.
Paso poco cuando me hablaste y me dijiste tu nombre,
sentados en esa esquina charlamos sin fin,
la lluvia caía y nos mojamos, la simpatía no tenia corte,
estos recuerdos me hacen tan feliz.
Pasaste a mi casa, mi familia te quiso realmente,
tu gracia fue tu fuerte para verte diferente y lo eres,
nunca descubrí una dama de mil emociones
y también una mujer con muchos dones.
No sabes cuantos talentos tienes adentro,
eres la musa que escode muchos secretos,
yo te adivine, te descubrí y me explicaste
los sentimientos escondidos, sufriste demasiado.
Éramos iguales, sentía lo mismo que vos
y ese día de frio y lluvia, nos besamos,
a pesar de que teníamos diferentes historias
sabíamos que juntos podíamos luchar.
Venias, hablabas, paliabas y sonreías,
ya eras parte de mi familia, ya lo sabías,
pero cuando tuviste problemas
fue cuando luche para que no sufras.
Fue cuando la vida me hizo recordar viejos momentos,
pero no querías meterme, pero me metí,
esa noche de luna roja, recordé lo que sufrí
cuanto estuve paliando contra tus espectros.
Después de eso, te quedaste en mi casa,
sentía como en mi, despertaba mis malas experiencias
y esa misma noche aliviaste todo en mi,
dormí en tus caricias y tu belleza.
Desperté y no te encontré conmigo,
te fuiste, pero mi amor por vos no se fue,
me dejaste una carta y una lagrima con el
y esa palabra que dejaste no lo perdí.
Sé que ahora no te encontrare,
pero yo se que te hallare sin perder las esperanzas
y que nos amaremos sin importar nada,
aunque me dijiste en la carta “espérame”
¡¡Recuerda!!
En esa esquina te seguiré esperando.
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