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por Bajo el manto de aquella noche,
Salieron a cazar sicarios de la injusticia,
Salieron a callar voces,
Salieron… con el único objetivo de borrar de sus caminos,
A los que ellos denominan, las piedritas de sus zapatos, piedritas que no les permitían con total libertad, robar, despotricar, sembrar el temor para así crear , una nueva forma de vida para ellos , donde los “supremos” debían vivir separados de los “miserables” que no pensaban como ellos, que seguían sus creencias, que iban en busca de su mismo fin.
En busca de ellos iban, aquella noche del apagón,
Donde las únicas luces que permanecían encendidas, eran las del ingenio;
Así pues “el dueño” lo había dispuesto,
¡Andad cazaos y encerrad a todos aquellos que se niegan a seguir mi ley!
Esa quizás fue la orden que al recibir los gendarmes en épocas de dictadura militar,
Secuestraron a 400 personas de las cuales hasta el día de hoy 30 aun siguen desparecidas, aguardando estarán sus pobres almas por justicia y verdad, rondaran por las noches penando arrastrando aun andarán con las cadenas de la opresión seguirán,
Pero ellos los desaparecidos saben que sus cuerpos fueron borrados de la tierra, pero también saben que sus huellas no lograron jamás borrar,
Pues la lucha de las madres bajo el manto del pañuelo blanco, que incansable empezó a marchar una tarde de sol en una plaza desierta de falsees y cámaras de televisión, en aquel norte olvidado de la argentina, incansable empezó la lucha la mujer que no se rindió jamás, no bajo los brazos ni se dejo vencer por el dolor de la perdida de su esposo la noche del apagón,
Ahí en esa plaza desierta, marchaba Olga Aredes todas las tardes, pidiendo en silencio por el regreso de su marido, a pesar de escuchar decir de ella, la loca de la plaza, ella marchaba haciendo oídos sordos a aquellos dichos,
Quizás su lucha hubiese llagado mas pronto a repercutir como lo hizo luego de algunos meses, cuando se vio rodeada por otras esposas, madres y abuelas de desaparecidos, pidiendo por sus desaparecidos, si aquel lado de la argentina donde abundan los verdes donde las montañas tienes siete colores, ahí donde la gente habré el corazón y ama su tierra,
Ahí donde también es argentina, por que el norte también es argentino!!!!
Salieron a cazar sicarios de la injusticia,
Salieron a callar voces,
Salieron… con el único objetivo de borrar de sus caminos,
A los que ellos denominan, las piedritas de sus zapatos, piedritas que no les permitían con total libertad, robar, despotricar, sembrar el temor para así crear , una nueva forma de vida para ellos , donde los “supremos” debían vivir separados de los “miserables” que no pensaban como ellos, que seguían sus creencias, que iban en busca de su mismo fin.
En busca de ellos iban, aquella noche del apagón,
Donde las únicas luces que permanecían encendidas, eran las del ingenio;
Así pues “el dueño” lo había dispuesto,
¡Andad cazaos y encerrad a todos aquellos que se niegan a seguir mi ley!
Esa quizás fue la orden que al recibir los gendarmes en épocas de dictadura militar,
Secuestraron a 400 personas de las cuales hasta el día de hoy 30 aun siguen desparecidas, aguardando estarán sus pobres almas por justicia y verdad, rondaran por las noches penando arrastrando aun andarán con las cadenas de la opresión seguirán,
Pero ellos los desaparecidos saben que sus cuerpos fueron borrados de la tierra, pero también saben que sus huellas no lograron jamás borrar,
Pues la lucha de las madres bajo el manto del pañuelo blanco, que incansable empezó a marchar una tarde de sol en una plaza desierta de falsees y cámaras de televisión, en aquel norte olvidado de la argentina, incansable empezó la lucha la mujer que no se rindió jamás, no bajo los brazos ni se dejo vencer por el dolor de la perdida de su esposo la noche del apagón,
Ahí en esa plaza desierta, marchaba Olga Aredes todas las tardes, pidiendo en silencio por el regreso de su marido, a pesar de escuchar decir de ella, la loca de la plaza, ella marchaba haciendo oídos sordos a aquellos dichos,
Quizás su lucha hubiese llagado mas pronto a repercutir como lo hizo luego de algunos meses, cuando se vio rodeada por otras esposas, madres y abuelas de desaparecidos, pidiendo por sus desaparecidos, si aquel lado de la argentina donde abundan los verdes donde las montañas tienes siete colores, ahí donde la gente habré el corazón y ama su tierra,
Ahí donde también es argentina, por que el norte también es argentino!!!!
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