Rocín de Oro...

Rocín de Oro…



Pierna dorada emulo fantasía,
Cobalto ruiseñor alondra austera,
Domeñada y furtiva pasajera,
Huellas de la inocencia, pleitesía…
Tan sórdida y nocturna febril ascua,
Que la voz del Olimpo no tallara
Tan ciega amante diurna febril tregua,
Que ya no la mirada no encadena…

Purpúreo y rojo brazo que detiene
Toda la sorda noche que amortaja,
Delirio de tus ojos y baraja
Ya no la unción primera que destaja…
Moja ojos inciertos y descubre,
De la belleza sombra a lo brillante,
Desnuda porcelana y atrapante,
Tu sueño que fue más que núbil chanza…

Descubre de esta yegua prisionera,
Lo sordo, mi delirio por la plata,
Que la belleza en oro y embustera,
Copia fue de la tinta prisionera…
Belleza de tu boca sobre el ala,
La cúspide selecta de hermosura:
Brillante de tus muslos y cultura,
Que no elucubra ardid ya la mirada…

Prisión de seda sombra y escultura,
Ya no la sierpe más que roja noche,
De cobre si la estrecha la pintura,
Pueril sombra de ave, de hermosura…
Descubro de tus pechos núbil cauce,
Y en oro mi semblante, la mañana,
En otro legitima tu hermosura,
Platea femenina que me aguarda…

Rojo bastión la seda noche en auge,
Tu soplo, tu impertérrita locura:
Cual es destino mi futura sombra,
Que la bermeja noche no resurge…
Impronta de egoísmo y lastimera,
La brida, la belleza nacarada,
De tu fortuita sombra lisonjera,
Ó la estrechez del mundo que soñara…

Prisión del habla música destierra,
Paloma de la paz, sorda la guerra.


Alejandro Rodrigo Flagel