Ansiedad, Pájaro Vuelo

Ansiedad, Pájaro Vuelo!


En letanía-sombra, luego avanza,
rotundo su mirada que a destiempo,
el trecho de orador bajo la siembra
de mirada eficaz, bajo la luna…
Tu brisa, tu perfume, tu dulzura,
alan rapsodias claras de tu bruma;
crisálida de amor bajo la noche,
esgrima de sudor, nívea pelea…

Alzo las alas dulces, tu llamado,
en bocas que paupérrimas alcanzan,
ó ya no la efusión, la costa aldea
de nuevas e ilusión panoja siente…
Trasluce el aire de tu cantimplora,
asía la sed, la boca, la mirada
de un ralo escultor que la fiesta hallaba,
soliloquio ruin, no madeja espesa…

Escucha el viento azul la costa emerge,
Oh de las ruinas, no, pisada firme
cual la Vendimia alada del Poeta,
ó su tórtolo azul mirada compra…
Por cierta, tu belleza se compara
a noches que al templar la vista afirme,
de su dulzura costas soberanas
ó tras inmundo bien que alcanza ruinas…

Vano en el soliloquio de venturas,
aciaga la mudez, la brisa atañe,
la forma, la hediondez que no menguaba,
ó tan nocturna fecha el amor clava.
Pasajero de voz frente a la alquimia,
ó dura la derrota de mi abasto,
el ícono del sueño que más casto
no sueña la altivez, el verso claro…

Perdura ya no el tiempo en mi bandera
que escoge de la mies asilo abarca,
la boca que alimento no saciara,
ni sacia el hambre del ardor que aplaca…
No, cueste lo que cueste no es más fácil
deglutir estas vanas esperanzas,
que no mi Vuelo en tarde no anochece,
ni se derrumba alcor, montaña asciende…

La ruina, el egoísmo que truncaba
la belleza que arropa el dormitorio…
Fueron vanos hechizos que moldaron,
la cumbre, la belleza y el encanto.
Lanzarse al viento, calles sin suspiro
volver a ver la sombra, el tiempo apremia!
Ooh casta la lavanda de tus manos!
Silencio de tus sueños en mi arte,

Para vestir el Arte de tus sueños!
Ó la mirada trunca que embellece,
Ya no con tus suspiros con tu huella,
el sordo capitán de la hermosura!
El vago comandante de mi rostro…!
El arduo Timonel de mi dulzura…!
Sólo es el alba oscura sin el Tiempo,
El tiempo de morir, renuncia el Tiempo!

Son tantas, todas ruinas que somete,
que tal vez, el delirio me acomete…!


Alejandro Rodrigo Flagel