De tu brillante compostura…
(Para Romina Lema…)
He quedado ciego, ante tus Letras,
rotunda la mirada ante la noche:
y no he despertado, con tu sosiego,
arden poemas, que el tiempo declina…
He quedado solo, y tu mirada…
Recoge del silencio epigonías…
He despertado, la sombra del Tiempo,
y tu mirada oscila, y yace oscura,
Y no destierra al hielo de mi cuerpo,
que tu doblez de alba se destila
recogiendo de nieves su blancura…
Y el paroxismo eleva tras el llanto,
de la mirada sombras que hacen noche
estrellando tu seno con diademas,
que la palabra noche perpetúa…
Y las ascuas que tiñen tu belleza
son claros refucilos tan dorados,
que la impronta de amor batalla firme,
delicada prisión de nave oscura:
afirma con tu torso la Vendimia,
de aquellas flores que oportuna Vida,
devuelven a tus labios la Poesía…!
Son risas y distancias de tu Arte,
que la paloma enfría con anhelos,
y la distancia cual perfume añade
es boca de tu cierzo de fragancias…
Ya no la sombra invita la penumbra
cual alameda hostil privada asume,
y en tu ferviente claro sobre lajas
despiertan de tus brisas los amores,
para fraguar el cuerpo que desatas,
y la muda pasión escoge alas,
Ooh para desafiarte con regalos,
ó para sustituir versos si ángel,
ya no escondiera labios timoratos…
Ó el Verbo de tu Flor no gana el rapto
que ya no mi silencio oculta al fin…
Cual sombra que escondiera de tus ojos,
mis labios tu virtud anhelan rojos…
Alejandro Rodrigo Flagel
Ale para vos
(Para Romina Lema…)
He quedado ciego, ante tus Letras,
rotunda la mirada ante la noche:
y no he despertado, con tu sosiego,
arden poemas, que el tiempo declina…
He quedado solo, y tu mirada…
Recoge del silencio epigonías…
He despertado, la sombra del Tiempo,
y tu mirada oscila, y yace oscura,
Y no destierra al hielo de mi cuerpo,
que tu doblez de alba se destila
recogiendo de nieves su blancura…
Y el paroxismo eleva tras el llanto,
de la mirada sombras que hacen noche
estrellando tu seno con diademas,
que la palabra noche perpetúa…
Y las ascuas que tiñen tu belleza
son claros refucilos tan dorados,
que la impronta de amor batalla firme,
delicada prisión de nave oscura:
afirma con tu torso la Vendimia,
de aquellas flores que oportuna Vida,
devuelven a tus labios la Poesía…!
Son risas y distancias de tu Arte,
que la paloma enfría con anhelos,
y la distancia cual perfume añade
es boca de tu cierzo de fragancias…
Ya no la sombra invita la penumbra
cual alameda hostil privada asume,
y en tu ferviente claro sobre lajas
despiertan de tus brisas los amores,
para fraguar el cuerpo que desatas,
y la muda pasión escoge alas,
Ooh para desafiarte con regalos,
ó para sustituir versos si ángel,
ya no escondiera labios timoratos…
Ó el Verbo de tu Flor no gana el rapto
que ya no mi silencio oculta al fin…
Cual sombra que escondiera de tus ojos,
mis labios tu virtud anhelan rojos…
Alejandro Rodrigo Flagel
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