Furia detenida

Furia detenida


Tan sólo el alba gime sus destellos,
que no la sola Música presiente…
Tan clara como el Sol brava en tus pechos,
y sólo mide flores que me halagan…
¿Por qué si no tus ojos me despiden,
es claro amor el labio que ha tenido
aquélla, de la furia detenida…?
¿Ó no es verso mi voz, mi solo nido?
¿Por qué no te pregunta la mañana,
si aquél esfuerzo no gana la lluvia
que se compara a luces y engalana,
con labios de tu flor alburas recias,
y no persiste en únicas bandadas
que sólo te enamoran, sin mentir?

¿Por qué ya no las núbiles palomas,
efluvio es de su tacto hasta sentir
que las privadas manos de tu arrojo,
no besan otras manos si no cuajan
de aquél desborde que clama primero…
Ó del fraguado pan que entre tus dientes,
aquél frío desván de sola efigie,
no muerde si no primero desvela…?
¿Por qué la alondra de tibia cautela,
no asume que tus ojos no nombrados
elevan mi quietud de lastimero,
y besan con tu Voz, mi prisionero
frío sudor que sólo en mi cabello,
no acierta de tu pena un rostro ciego…?

Tal vez porque el morir sea conmigo,
un largo tajo que, si indivisible…
Palabra errante ó más si enuncia claro,
tortuoso mi mural, mi solo arbitrio,
ó ya no temple si, de la amazona,
blanqueara mi sitial mi solo esboce,
que no la fuga de tu manantial
¡no prive, no concluya en mi delirio!
Si sólo de tus labios, rosedal
ya no la forma de tus pies en ámbar:
coloquio no mundano, si eres bella
ó en el risueño arte de admirar,
lo trunco lo velado que hasta el sueño,
no en mi marea basta a comparar:
si la riqueza, el alma se argumenta,
y hay flores más allá del suspirar…

No dejo mi premura, mi sosiego,
si es tibia la manera con que pagas,
con tu sonrisa el Arte lisonjero:
ó la pertrecha sombra de un juglar…

Así, sólo te busco entre tus bucles,
y entre miradas bellas, mi latir,
ya no demanden más la castellana
intuición que mi rosa ha de vestir…

Mi brisa busca el arte, la manera
de leer tu suspiro en primavera…


Alejandro Rodrigo Flagel


(Para Catherine Pozzi)