A prueba de tu premura…
Ooh de tus vanos besos, mi periplo,
llama si soliloquio por la bruma,
y es tarde mi noción, la mía fortuna
que canta de ilusión dóciles labios…
De tu premura, a prueba de constancia,
es sorda de mi altura ó de mi elogio,
que a continencia, a par mi estado puro
derriba con la sal, lágrimas nuevas…
Tus labios equidistan la sorpresa
que un beso tuyo pruebe, sin embargo,
ó desde la Odisea de tus labios,
ya mueve mi egoísmo, mi fracaso…
Ó desde aquél triunfo que solazas,
de tu virtud allegas venturando,
hasta ser archipiélago que el verso,
no estima sin tu voz, no lacerando…
Objetos sin futuro pierde el peso,
que no la ausencia graba sobre el sesgo
fortificando huellas nunca aciagas,
sobre el destello párvulo que emana…
Preludios que amanecen en la córnea,
como un tortuoso enigma pordiosero
desnudo de fantasmas, y agorero,
sobre la sombra aqueja, vierte salmos…
Sujeto ya a tu Lira, dócil boca,
ó boca que desboca sus estrofas,
ya célula del mar pez aberrante,
que no la copia da, sol apremiante…
Sujeto ya a tu cumbre de Parnaso,
es otro de mi vista de mis lazos,
por donde se socava hostil premura,
y agota de tu ser palabra oscura…
Todo es a prueba tuya, no hay silencio
que compare tus brasas en la noche,
todo es la conjetura de mi ascua,
ó tu neblina más que tu reproche…
No puede ser la vista de mi páramo,
así frontal, coturno de mis labios;
todo es el lastimero final, vamos-
que tu vestido, hiel, busca primero…
Ya puede amanecer desde tu risa,
la sombra prisionera que me apaga-
ó vuelve dócil légamo de alas:
tu boca, tu neblina, tú empalagas…
Ya puedo enloquecer desde tu almendra,
hasta que priva el ángel que perpetra:
ya sueño que eres tú, que es mi lanceta,
ubicuo sortilegio de mi veda…
Alumbra el timonel de tu resguardo,
y aciagos montes da si sacrificio,
-aquél bullicio, médula- esperando
de tu mirada, Sol, que al alba empina…
Destella noches, bravas, sin embargo,
ó desde las estrellas se socava:
el péndulo que alza mi suplicio,
tu boca, que es la miel por la que pago…
De tu penumbra ciega, sólo pruebas,
que de tus labios puros tú me abrevas…
Alejandro Rodrigo Flagel
Ya leíste, “La lira de tu voz”?
Búscala en la web!!!
Ooh de tus vanos besos, mi periplo,
llama si soliloquio por la bruma,
y es tarde mi noción, la mía fortuna
que canta de ilusión dóciles labios…
De tu premura, a prueba de constancia,
es sorda de mi altura ó de mi elogio,
que a continencia, a par mi estado puro
derriba con la sal, lágrimas nuevas…
Tus labios equidistan la sorpresa
que un beso tuyo pruebe, sin embargo,
ó desde la Odisea de tus labios,
ya mueve mi egoísmo, mi fracaso…
Ó desde aquél triunfo que solazas,
de tu virtud allegas venturando,
hasta ser archipiélago que el verso,
no estima sin tu voz, no lacerando…
Objetos sin futuro pierde el peso,
que no la ausencia graba sobre el sesgo
fortificando huellas nunca aciagas,
sobre el destello párvulo que emana…
Preludios que amanecen en la córnea,
como un tortuoso enigma pordiosero
desnudo de fantasmas, y agorero,
sobre la sombra aqueja, vierte salmos…
Sujeto ya a tu Lira, dócil boca,
ó boca que desboca sus estrofas,
ya célula del mar pez aberrante,
que no la copia da, sol apremiante…
Sujeto ya a tu cumbre de Parnaso,
es otro de mi vista de mis lazos,
por donde se socava hostil premura,
y agota de tu ser palabra oscura…
Todo es a prueba tuya, no hay silencio
que compare tus brasas en la noche,
todo es la conjetura de mi ascua,
ó tu neblina más que tu reproche…
No puede ser la vista de mi páramo,
así frontal, coturno de mis labios;
todo es el lastimero final, vamos-
que tu vestido, hiel, busca primero…
Ya puede amanecer desde tu risa,
la sombra prisionera que me apaga-
ó vuelve dócil légamo de alas:
tu boca, tu neblina, tú empalagas…
Ya puedo enloquecer desde tu almendra,
hasta que priva el ángel que perpetra:
ya sueño que eres tú, que es mi lanceta,
ubicuo sortilegio de mi veda…
Alumbra el timonel de tu resguardo,
y aciagos montes da si sacrificio,
-aquél bullicio, médula- esperando
de tu mirada, Sol, que al alba empina…
Destella noches, bravas, sin embargo,
ó desde las estrellas se socava:
el péndulo que alza mi suplicio,
tu boca, que es la miel por la que pago…
De tu penumbra ciega, sólo pruebas,
que de tus labios puros tú me abrevas…
Alejandro Rodrigo Flagel
Ya leíste, “La lira de tu voz”?
Búscala en la web!!!
Miér Abr 17, 2024 4:52 pm por caminandobajolalluvia
» Déjame unir mi mano con la tuya...
Miér Abr 17, 2024 4:50 pm por caminandobajolalluvia
» Tu rostro...
Lun Abr 15, 2024 3:55 am por caminandobajolalluvia
» Memoria de tu luz, cuerpo bohemio...
Mar Abr 09, 2024 9:05 pm por caminandobajolalluvia
» Mi ciudad
Jue Abr 04, 2024 1:08 pm por caminandobajolalluvia
» Mujer -reclamo tus rosas-
Jue Abr 04, 2024 1:02 pm por caminandobajolalluvia
» La huella del amor...
Jue Abr 04, 2024 1:01 pm por caminandobajolalluvia
» Desnuda cadencia...
Jue Abr 04, 2024 12:59 pm por caminandobajolalluvia
» Son claveles...
Jue Abr 04, 2024 12:55 pm por caminandobajolalluvia