He perdido, de ti, mi suave beso...

He perdido, de ti, mi suave beso…


He buscado, tardío, de tus labios,
singulares apóstrofes de niebla,
he perdido, sin ti, sin la premura
otras tragedias que besan comedias;
sin ti, sin ti la noche me demanda
las estrellas perdidas de mi sueño…
Y sin risa en mi voz, de mí pretendo,
anidar en la sombra de tu invierno…

He perdido, de ti, mi suave beso,
que no buscaba herir de tu alma pura;
he sentido que en mí, tu soledad,
fue palabra para romper lo oscuro…
Que tu boca al silencio hace brillar,
y en las dunas de amor tus labios toca…
Y tan rendida en mí vuelves al mar,
asaz de mi amor leve por si bruma…

Fue tu medida el labio que buscaste,
en otro bello andar de la corriente,
que en multitud aciaga de tus flores,
nadar quiso tu amor contracorriente…
Y en la distancia amé de tu vertiente,
los ojos que me diste en ese vuelo,
de andar contra canción amanecida:
tus cejas bellas fueron de mi herida…

Fue tu medida el Sol que proclamaste,
iluminando aquélla tarde triste;
fue cautiverio amar sin tu partida,
aquél resol insiste en tu medida…
Colmada y reluciente por la noche,
dejaste mi esperanza boquiabierta:
futuro de propuesta esperanzada!
Y sólo albor describe la alborada…!

Rendido por mi amor, besas ya,
el pasajero arribo de mi numen,
y ocluye de mi verso suaves sílabas
que labios de mi rosa son fragancia…
Cual heladas dulzuras de tu paño,
vuelven sólidas lágrimas ocultas
que tu brisa a mi pecho da de miel,
asidas de tu voz premura y bien…

Gabriela, me sustento de tus versos,
para besar tus labios, que son tersos…


Alejandro Rodrigo Flagel