El Poeta es Músico
La pluma danza en una Misteriosa
Chanza que regocija su trazado
Por una hiel que nunca su perfume,
Duerme en su luna álveo melodrama
Que no la noche ciega si portento,
Ostentosa Calabria en su laurel…:
El poeta navega en los silencios,
Por el silencio pasan infinitas
Músicas…Qué la Chanza del poeta,
Enardece y contiene con suspiros:
El amor de su Musa, Qué requiere
Los inspirados versos que mancilla,
El madrigal del zorzal -Madrugadas-
-Qué importuna la flecha de Cupido-
En otra sed herida por sus labios,
Vale aún la esperanza de aquél beso
Qué su plegaria fina no anochece.
Cuál compás de tierna madrugada,
Sus momentos fraguaran lo que crece…
Dentro del corazón están sus labios,
Y purpuran amor qué me amanece…
La rosa que me encanta besa a prisa,
Y huele a los perfumes más floridos…
Tibio Ángel de luna amaneciente…
No está tu melodía conformada,
Aún, sin el hechizo de la Música
Deleite de Poesía sin pensar,
En sílaba y palabra musical…
Tal acecho de mírada triunfante,
Tus cabellos de aire soberanos
Por la piel infinita de tus manos
Besa el habla, dulzura de tu Arte…
Tus pies de Musa roban la frescura
Qué no las flechas Ótoño importunan,
Cuál admiradas coplas verbo amante
Tus dos silencios en el pecho besan…
Es la mañana justa sin su prueba,
La prueba de tus labios oradores,
Qué gimen de mi Música represas,
Para tus labios rojos ruiseñores…
Recibe del delirio su infortunio,
Los labios de mi amada es plenilunio.
Alejandro Rodrigo Flagel
La pluma danza en una Misteriosa
Chanza que regocija su trazado
Por una hiel que nunca su perfume,
Duerme en su luna álveo melodrama
Que no la noche ciega si portento,
Ostentosa Calabria en su laurel…:
El poeta navega en los silencios,
Por el silencio pasan infinitas
Músicas…Qué la Chanza del poeta,
Enardece y contiene con suspiros:
El amor de su Musa, Qué requiere
Los inspirados versos que mancilla,
El madrigal del zorzal -Madrugadas-
-Qué importuna la flecha de Cupido-
En otra sed herida por sus labios,
Vale aún la esperanza de aquél beso
Qué su plegaria fina no anochece.
Cuál compás de tierna madrugada,
Sus momentos fraguaran lo que crece…
Dentro del corazón están sus labios,
Y purpuran amor qué me amanece…
La rosa que me encanta besa a prisa,
Y huele a los perfumes más floridos…
Tibio Ángel de luna amaneciente…
No está tu melodía conformada,
Aún, sin el hechizo de la Música
Deleite de Poesía sin pensar,
En sílaba y palabra musical…
Tal acecho de mírada triunfante,
Tus cabellos de aire soberanos
Por la piel infinita de tus manos
Besa el habla, dulzura de tu Arte…
Tus pies de Musa roban la frescura
Qué no las flechas Ótoño importunan,
Cuál admiradas coplas verbo amante
Tus dos silencios en el pecho besan…
Es la mañana justa sin su prueba,
La prueba de tus labios oradores,
Qué gimen de mi Música represas,
Para tus labios rojos ruiseñores…
Recibe del delirio su infortunio,
Los labios de mi amada es plenilunio.
Alejandro Rodrigo Flagel
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