Vuelvo a tu luz, vuelvo a tus ojos…
Ooh dime que el camino a tu morada
Se estrella en bellas sombras de amargura,
Pero que el beso que tu arte reclama,
Desnuda de la noche su cintura…
Cuál torcaz he perdido mi mandrágora
Acechando la orilla de tus fauces,
Soliloquio del mar que ahora difuso
Estrellado en mi sueño se desplanta…
De la duna no noche circunspecta
Descifrando la orilla de tus pies,
Cual heraldo que arrastra su alabarda
Cual doncella qué es Música en su sien…
Admirando la altura de tus ojos
En búsqueda inefable al proceder,
Taciturno en la huella de tu sombra,
No mi noche se inclina en tu poder…
Heraldo cuya sombra en tu destreza
Amansara la diestra de su amor,
Verde súplica intensa si tomada
La flor de tu mirada en mi querer…
Por el aliento oscura madreselva,
A tu silencio vuelven ya tus ojos,
Que preguntaran solos si mi espectro
A tu mirada ven amanecer…
Dócil de tu laúd, llama en mi trance,
De mis oídos dónde amor esconde
Labriegas notas de hechizar tu oído,
Palabras que en la música te hablen…
Vuelvo a tus ojos, llama mi latido,
Perfecta Trova helada de tu claro
Donde el sopor trovando se hace nido
Solombra de tu amor, verde tu claro…
Escoge de la risa de tu música
El arte que acompasa tu virtud,
Y siembra con talento tu melaza,
Ahinco de la lumbre y tu laúd…
Más dulce que tu Arte es la victoria
Que besa con tus labios el dolor,
Seduce la amapola de tu gloria
Y brisa es tu cadencia de Pasión…
Vuelvo a tu arte labios, si discordia,
Tenor de mi suspiro de vanguardia...
Ooh dime que el camino a tu morada
Se estrella en bellas sombras de amargura,
Pero que el beso que tu arte reclama,
Desnuda de la noche su cintura…
Cuál torcaz he perdido mi mandrágora
Acechando la orilla de tus fauces,
Soliloquio del mar que ahora difuso
Estrellado en mi sueño se desplanta…
De la duna no noche circunspecta
Descifrando la orilla de tus pies,
Cual heraldo que arrastra su alabarda
Cual doncella qué es Música en su sien…
Admirando la altura de tus ojos
En búsqueda inefable al proceder,
Taciturno en la huella de tu sombra,
No mi noche se inclina en tu poder…
Heraldo cuya sombra en tu destreza
Amansara la diestra de su amor,
Verde súplica intensa si tomada
La flor de tu mirada en mi querer…
Por el aliento oscura madreselva,
A tu silencio vuelven ya tus ojos,
Que preguntaran solos si mi espectro
A tu mirada ven amanecer…
Dócil de tu laúd, llama en mi trance,
De mis oídos dónde amor esconde
Labriegas notas de hechizar tu oído,
Palabras que en la música te hablen…
Vuelvo a tus ojos, llama mi latido,
Perfecta Trova helada de tu claro
Donde el sopor trovando se hace nido
Solombra de tu amor, verde tu claro…
Escoge de la risa de tu música
El arte que acompasa tu virtud,
Y siembra con talento tu melaza,
Ahinco de la lumbre y tu laúd…
Más dulce que tu Arte es la victoria
Que besa con tus labios el dolor,
Seduce la amapola de tu gloria
Y brisa es tu cadencia de Pasión…
Vuelvo a tu arte labios, si discordia,
Tenor de mi suspiro de vanguardia...
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