Aprile... Eres bella, como las olas del mar!

Aprile...

Aprile… Eres bella, como las olas del mar!

Aprile… Aprile… ¿Cuántas sombras,
arremeten contra el lirio de tu cuerpo?
En indómitos arrojos, las suavísimas hebras
de tu suave belleza, atisba el rosicler, cuerpo
que bañado en las olas del silencio,
buscan frenéticas albas, el atavío a los soles,
que deambulan por tu cuerpo, degustando mieles
que tu sombra intimida, claudicando el vacío?

Aprile… Aprile… ¿Cuántas horas salvajes,
tronarán de hermosura, tu silvestre silencio?
¿Cuántas adoraciones fervientes, de mi labio propicio
alcanzará, en tu ornamento, la tangente blancura…?
¿Cuántas alas prohibidas, de silencio absoluto,
tu lengua medita, en incordios de bruma?
¿Cuántos lechos abruptos, de segada fortuna
abrirían mi cielo, en una Ostra fecunda…?

Cual marea Divina… Afrodita me enseñe…
Tutelar de mi Rosa! Cuántos besos esconde la noche?
y cuántas albas no insiste, por perdida hermosura
tu silencio de bruma? Y rosedal de mi arbitrio...?
En la voz de locura? Cual delicias fragantes,
a la orilla en tus plantas, de peinado deleite,
a tus pies de hermosura…? Cuántos lirios abate,
la serpiente de Música? Que en tus labios promete?

Ooooh… Cuál Música hechizo, a tu labio profundo,
de sonido fecundo, arrabal de Violines,
en lo agudo que muda, atardeceres fluidos?
Cuál, nocturno arrecife, en tu goce iracundo?
Por qué, bebes mi Sutileza, con el arte desnudo?
Por qué, tus labios son tan puros, como besos distintos
en trovas augustas, de emblemas nocturnos?
Y deseas la noche, prendada de júbilo?

Así mi rostro te bese, cual arcas fecundas,
tu atavío de besos, en labios nocturnos…
Mi rostro enmudece… distinto del palio,
que tu cuerpo suda, al alba en mi Sueño,
Por qué, arremete la noche, el canto no diestro,
frescura salvaje, de la hora que enseña
con tus labios el beso, que brega en mi sombra,
con cantos helénicos, a vestir formidable, tu brío…?

Por qué tus Ojos son mares, marea fecunda,
de rosas praderas, de bella esmeralda,
Silencio que espera…? Por cuánto melindre
tu beso consuma el aliento del prado,
silvestre elocuencia del arte a mi labio,
Primavera a perfume, de rocío de pasto,
en las flores que imitan, Portento y deseo?
Cuál, es la vaga hermosura, que distingue tu beso?

Cuánto aliño frondoso, esculpe tu Aura,
dosel de tu Pálpito, ó gentil la belleza?
que nombra tu Aurora? besando la noche,
formidables tus ojos, desnudo capelli…
que besa tus hombros, tendidos de súplica...?
Ooh, por qué, la sombra despierta,
de tu Arte de luna, no bebe mi estrella
cual beso profano, no enmienda su horma?

Por cuánta hermosura no brinca la noche
a tus ojos, Gaviota? esmeraldas brillantes,
en sombras distintas, de perdida hermosura!
Vacilando el oprobio, que hace bello tu arte,
de torcida la espuma, en mares azules
cual labios paganos, no incitan lo sano,
privándole al alba, su Santa belleza, esperando
tu alcurnia…? Tu voz escucha tu boca, morder mis palabras.

La fruta del arte sublime, no pierde tu forma,
de rosa sargazo, a la estima del fuego!
Que el alba destiñe, en tu sombra…
El beso es el aire roído en tu nombre,
por credos salvajes, de cuna perfecta
de labios y lunas, que al alba y estrellas,
no cantan tu risa, sino mis falenas…
Perdida la noche, que no despierta en tus ojos...

La cumbre en el vuelo, es arte en tus besos,
cual labios anclados, en mí, formidables,
estíos traviesos, suplican tus órbitas,
y niegan vacío, de sumos pinceles…
Todo arte te busca, perdido en la risa,
encontrando tu júbilo, (la lágrima oculta)
perdidos fantasmas, para siempre perdidos…
sin la rosa que puebla, mis labios nocturnos…

Aprile… Aprile… Ooh, Aprile: te dibujo,
destilada hermosura, que tus labios, tradujo...