Vuelo...

Vuelo…

Vuelo en la alcurnia, en la ciudad del Arte,
sosiego y plata, de la noche indómita
fraguado hechizo, en tus labios, darte,
espejo y flor, que mi lugar, recita…
Panoja y Sol, y aun reverbero
palabra dulce, del mar, y aguacero
que el mosto amargo, suscita primero,
ó vanagloria dulce, en mi boca, resero…

Tamiz, de la noche, helando cristal,
palabra sin igual, que endulza tu canto,
alabo principio, que sin tu claro dial
amanece el zorzal, delgado quebranto…
Mi boca elogia, de tu Arte, primero
el alba que empella, a nacer de tu Canto,
helado quebranto, que al rocín de tu esmero,
es dulce en mi sueño, atareando mi manto…

Preludio en la noche, de vuelta en el paso,
jocundo cristal, que herrumbra mi arpegio
sollozo en colegio, negándote el vaso,
que de mi mandrágora, espuma el silencio…
Tan diurno te evoca, latido del arpa,
gentil golondrina que hesita las nubes,
cual claros obsequios, en rimas, querubes
que el llanto en las alas, estima y arropa…

Narciso te invita, un sueño que alude,
cristal en el sueño, del habla que mude
gentil golondrina, del sueño, que arropa,
laurel de mi sueño, que llamas contuve…
Llanero de sales, efluvio en el harpa,
distante madeja, de vuelos retuve,
gentil golondrina, del habla malsana,
que copia mi verso, dulce bataclana…

Es cuita tu arte, efluvio en mi canto,
sereno de amores, de amor encubierto
ya llanto de almendras, nativo y tan cierto
como albas desnudas, tu rostro contento…
De amor y de Arte, arropas el nido,
fraguando la hechura a tu rostro liviano,
perfume en tu mano, del alba que pido
verter tu cintura, gemido en mi mano…

Altiva, respondes, fraguándote océano
desnudo arenal en la playa desierta,
tan boca hostigada, elude, concierta,
mi boca pluvial, amándote en vano…
Sollozo del alba, las aves imploran
sonidos del ascua, endrina en tu mano,
gentil artesano, vulgar que me azoran
estrellas, mi habla, de nido soprano…

Vuelve a mis arenas, Dulcísima, Imperio:
tu voz multiplica, Arte, Magisterio…