Al comienzo de este relato diremos que ella era una mujer no agraciada...
Pensando en el demonio disfrazado de santo cordero lo precipitó a entregarse al pecado ya antes concebido.
Ella y el "pastor" se encontraron en el sitio de antemano concertado.El plan urdido para hallarse después de casi medio año de separación salió a la perfección.Huyendo del lugar seguro para su supervivencia,arrojando el manto que cubría su inestable cuerpo,salió como un huracán rompiendo todos los esquemas;tal vez buscaba la resurrección del placer que le brindaba el cordero de Dios que sea dicho de paso en su inconsciente lo tenía a cada instante al entonar canciones de alabanza imperceptibles al oído de algún mortal que se encontrara cerca de ella.La primavera caminaba lentamente en sus comienzos,ella apuraba escaparse a como de lugar y hallarse con el "pastor" de marras;en cada atardecer miraba el horizonte,pensando que era su símil los cánticos de amor que en un principio eran imperceptibles se hacían casi más audibles,se convertían en cantos de amor libidinosos como queriendo entregarse de nuevo con el hombre que le abrió el evangelio diciéndole " Dios ordena que debes entregarte a mi en cuerpo y alma",alabando el dicho le quitó la virginidad...Al encontrarse nuevamente,él suspiró y dijo: "No veo en tu cara más que el rostro de una bella rosa" El vacío se hizo inexistente,se sintió la más bella y feliz del universo exclamando a los cuatro vientos: "Tú eres inocente del delito que cometimos y yo la culpable"...Los cánticos evangélicos los unió más y más a los dos,precipitándose en la vorágine del sexo,al final que más daba si ella pensaba que el libro sagrado cuidaba su cuerpo y que de versículo en versículo alucinaba que cada caricia era más merecedores darles placer a los profetas en especial más a él...Por su parte el evangelizador imploraba con todas sus fuerzas a Adán exigiéndole una novísima casa en este planeta y reconocer a todos sus vástagos...reconocía su error pero pensaba que lo que había hecho nuevamente era correcto.
Al final del encuentro,tal vez non sacnto, los dos imploraban a su Dios con un cántico que entre el coro decía: "Concedednos vuestro perdón y vuestra gracia"...El "evangelizador" se sentía satisfecho y sin remordimiento;no era con la única que satisfacía sus instintos sexuales,pasaban más de la media docena pensando de lo que hacía eran actos de devoción;fuera de su dogma su filosofía era :"Que Dios existe en uno solo y en si mismo y que Satanás sólo puede vivir en el ser humano".Asombrosa deducción del acto,de la devoción y paradoja de paradojas de su creencia agnóstica que no lo revelaba.
MOVS 2018
Última edición por Miguel Visurraga Sosa el Sáb Jul 14, 2018 3:13 pm, editado 2 veces
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