Roca clara...

Roca clara...

Roca clara, desnuda de su lecho,
ariete de la sombra, desnudo de tu pecho,
altivo si de lumbre, de sol todo mi anhelo,
fraguada en la memoria, del trigo de tu cielo…
Roca clara, de sombras y despecho,
fraguada entre las sombras, desnudas de tu pecho
por horizonte nombras, el trigo en tu barbecho,
la sombra más fecunda, del trigo de tu pecho…

Solombre todo azuza, cual clave ultima cielo,
vanguardia del velamen, del trigo de tu pecho,
en sombras y velamen, de sordo can, repecho
del ascua de la bruma, la sombra de tu anhelo…
Si cede, no apenumbra, no gloria hay si evade,
suspiro me persuade, en otro imán, deshecho,
si vuelve de tus pechos, la nieve que persuade
y en sombras no me invade, cual el lunar acecho…

El trigo de la sombra, de la durmiente liza,
penúltima desliza, en otro imán, asedio
cual vuelve de la cura, del otro labio medio,
en otro imán pertrecho, ó ya tu boca huidiza…
El trigo de la luna: dos lunas en asedio:
clemátides tan dinas, cual el imán del medio,
en sombras, oro y piras, ó de tu luz, asedio
que trama y no culminas, el beso de tu tedio…

Ó sombra ó ya crepúsculo, ó ciego imán urdía,
la sombra en fantasía: y miel todo mi asedio:
cual el imán que lleva, torcido de tu medio,
el bronce me pulía, con sombras, me perdía…
Óoh, labios, en tus pechos, de tus pacïentes sóles!
cual besa del ornato, mi flor, mi fantasía!
Óh, sombra de hidalguía, de tus lunas abato,
sonidos ultrajantes, de mieles, extasía!

Yaces sobre rocas, y tu voz en la duna,
ya quema mi fortuna, ó de tu flor fragante,
el labio del instante, y de tu flor aguza,
la sombra en la Medusa, de tu serpiente, luna…
Amanecido ancestro, el cuerpo crepitante:
la sombra: imán fugado, del rostro del espejo,
arenas en mi sömbra, y noches, cautivante:
la sombra de tu pierna, ó del olvido añejo…

Óh de tu clara roca, desnuda, me cautivas,
en sombras, soles castos, hirïentes, fugitivas…