Noche de claras doncellas
De tu apremiante labio, inmerso en mi racimo,
dulcificando el beso, al oeste de mi labio,
entonando el amorío, de tu boca que eximo
el beso de tus labios, con que mi amor yo cambio…
Del beso de tu boca, tan libre como ocaso
de tu palabra dulce, desnuda como un beso,
primera, yo te aguardo, cual cisne de mi brazo,
mi pulcritud emana, sonrisa y un cerezo…
Desnuda tanto al irte, como al venir, proclamas
tu juventud inmola, vertientes de tus llamas,
en otras longitudes, del verso que deparas,
con otras alas ciegas, suspiros me derramas…
Desde tu goce el nido, incordio: tú me amaras
en otra golondrina, tan sepia, tú me amas,
en otros sueños fundes, aliento que declaras
mi turpitud a un ruego, orlado, me soñaras…
El goce de tu aliento, me funde los estragos,
de verse mi sortija, enhebro, y hasta un cardo
buscar las rosas hechas, del labio de mi fardo,
para sentir el cieno, el suelo de mis pagos…
Mirada busca un rito, un rito que, a resguardo,
entona tu prurito, latido de mi flecha:
en otros vuelos arduos, contornos donde ardo
figuras me reclaman, de tus suspiros, hecha…
Diciembre vuela y coge, de tu pasión un beso,
la nieve de tus alas, en otro febril labio,
ó tan de golondrinas, las alas de mi peso,
contra flores endrinas, de róseo carmín sabio…
Do buscas rosicleres, de albas en llamado,
ó golondrinas sabias, de tu pretil, contorno
ó río de tus lazos, que hienden mi altercado,
ó funden otros besos, cual labios de mi entorno…
La prisa de tus bucles, ó tan sutil ampara
el regodeo amara, y ya mi pretil sabio,
desnuda tu silencio, ó el oro de tu labio,
que en mis labios fracasa, y trova y me depara…
El beso de tu ahínco, en multitud, un ruego,
es beso del talento, que das vida en un beso
con el labio ofrendara, el labio mi deceso,
mi gentil golondrina, oriunda de mi fuego…
En voces desvalidas, de sueños trovadores,
agallas entre brumas, hacen gentil, llamados
que voces en estrados, de tu febril, sudores,
encima con el llanto, y aclara de mis prados…
Orillas en tu beso, distancia que promete
ó juntas ó deparas, febriles en tus cantos,
enuncias mis doseles, cual légamos, quebrantos
vagas flores del poema, que mi rostro somete…
Tus pies dejan el lecho, de flores un instante,
ó de buril taimado, adornan y someten,
las guardias de pinceles, que agobian lo que sienten,
descalzas en amores, tus plantas son amante…
Mis bocas en tus labios, derruyen y comparan,
el beso de tus castos, abriles que deparan,
mis labios comparados, adustos en tus besos,
son labios de un injusto, buril de sabios presos…
Son mudas las palabras de tu gentil bostezo,
los labios, tus gemidos, me saben a tu beso…
De tu apremiante labio, inmerso en mi racimo,
dulcificando el beso, al oeste de mi labio,
entonando el amorío, de tu boca que eximo
el beso de tus labios, con que mi amor yo cambio…
Del beso de tu boca, tan libre como ocaso
de tu palabra dulce, desnuda como un beso,
primera, yo te aguardo, cual cisne de mi brazo,
mi pulcritud emana, sonrisa y un cerezo…
Desnuda tanto al irte, como al venir, proclamas
tu juventud inmola, vertientes de tus llamas,
en otras longitudes, del verso que deparas,
con otras alas ciegas, suspiros me derramas…
Desde tu goce el nido, incordio: tú me amaras
en otra golondrina, tan sepia, tú me amas,
en otros sueños fundes, aliento que declaras
mi turpitud a un ruego, orlado, me soñaras…
El goce de tu aliento, me funde los estragos,
de verse mi sortija, enhebro, y hasta un cardo
buscar las rosas hechas, del labio de mi fardo,
para sentir el cieno, el suelo de mis pagos…
Mirada busca un rito, un rito que, a resguardo,
entona tu prurito, latido de mi flecha:
en otros vuelos arduos, contornos donde ardo
figuras me reclaman, de tus suspiros, hecha…
Diciembre vuela y coge, de tu pasión un beso,
la nieve de tus alas, en otro febril labio,
ó tan de golondrinas, las alas de mi peso,
contra flores endrinas, de róseo carmín sabio…
Do buscas rosicleres, de albas en llamado,
ó golondrinas sabias, de tu pretil, contorno
ó río de tus lazos, que hienden mi altercado,
ó funden otros besos, cual labios de mi entorno…
La prisa de tus bucles, ó tan sutil ampara
el regodeo amara, y ya mi pretil sabio,
desnuda tu silencio, ó el oro de tu labio,
que en mis labios fracasa, y trova y me depara…
El beso de tu ahínco, en multitud, un ruego,
es beso del talento, que das vida en un beso
con el labio ofrendara, el labio mi deceso,
mi gentil golondrina, oriunda de mi fuego…
En voces desvalidas, de sueños trovadores,
agallas entre brumas, hacen gentil, llamados
que voces en estrados, de tu febril, sudores,
encima con el llanto, y aclara de mis prados…
Orillas en tu beso, distancia que promete
ó juntas ó deparas, febriles en tus cantos,
enuncias mis doseles, cual légamos, quebrantos
vagas flores del poema, que mi rostro somete…
Tus pies dejan el lecho, de flores un instante,
ó de buril taimado, adornan y someten,
las guardias de pinceles, que agobian lo que sienten,
descalzas en amores, tus plantas son amante…
Mis bocas en tus labios, derruyen y comparan,
el beso de tus castos, abriles que deparan,
mis labios comparados, adustos en tus besos,
son labios de un injusto, buril de sabios presos…
Son mudas las palabras de tu gentil bostezo,
los labios, tus gemidos, me saben a tu beso…
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