Mi vuelo
Mi vuelo es oportuno si tu labio
devuelve lo que alcanza la mirada,
en otras alas, sin tu voz, mi labio,
enciende un ágata de luz, amaridada…
Dulce sombra de calor tu voz de hielo,
el beso de tus labios es mi ofrenda,
tan arraigado en mí, lo tomo en prenda,
como el suspiro de mi voz, cae en tu anzuelo…
Mi logro es el suspiro que no en vano,
has atareado en tu contorno con el beso
que mi latido, en tu cofre, lleva ileso,
en tu murmurio, aliciente de tu mano…
De mis manos el tesoro nace alado:
golondrinas de tu salmo en tus virtudes,
regodeo de la pluma, lento prado,
que mi incordio a tu belleza, mudes…
Ooh suspiro del verano y de tus labios!
En otro duelo que vence mi arrebato!
Galanteo de tu ausencia, por un rato,
escapada en mis venablos, labios sabios…
Por tu voz trae la esmeralda algún atino
ó la palabra de mi Musa es pasajera,
tan elocuente como el lustro en la pedrera,
de mi doncella que me hiere mi destino…
Presente tieso, vanguardia sin un beso,
taimada bruma, que la noche has hecho labio,
de mi destreza, la pasión es sólo eso,
un corazón que desea tanto de tu oprobio…
Noche sendero, calmo pa’ el regreso,
de mi insistencia al coro de tus labios,
en otra enmienda que mi hurto, roba el beso,
de tu belleza, ó de mi noche, ó tus envíos…
Trovan asirse, en mí despuebla un arrebato,
de la calma a pulcritud nace en tu seno,
sólo una danza de emoción sin tu veneno,
que el corazón que me acobarda, mato…
Innato albor, de tu mejilla, algún arrobo,
es la palabra mi soltura engalanada:
ó mi prisión; si no el destello, lacerada
de tu moldura, sólo tú, sólo mi robo…
Nace hortelana y fecunda el garabato,
de mi mejilla, el torvo macilento,
de mi distancia y enésimo aspaviento
de tu guitarra dulce, de tu rato…
De lo distante: socorro de mi guardia,
en otra espera, tan ritmo como celo
en la virtud, llamado terciopelo,
de tu mirada, tan dócil como en guardia…
De mi distante socorro nace mutuo
el resplandor, y tan íntimo secreto:
ya tu mirada: rescoldo nuevo, seto,
de mi distancia, desde tu seno mutuo…
Tan íntimo secreto es el que guardo…
Mirada añeja, suspiro hacia lo hondo,
de mi doncella, mi goce, mi fecundo
avión, ya desde el trance, yo te aguardo…
Mirada bella, suspiro es el que reto:
de mi doncella, Inspiración, abeto…
Mi vuelo es oportuno si tu labio
devuelve lo que alcanza la mirada,
en otras alas, sin tu voz, mi labio,
enciende un ágata de luz, amaridada…
Dulce sombra de calor tu voz de hielo,
el beso de tus labios es mi ofrenda,
tan arraigado en mí, lo tomo en prenda,
como el suspiro de mi voz, cae en tu anzuelo…
Mi logro es el suspiro que no en vano,
has atareado en tu contorno con el beso
que mi latido, en tu cofre, lleva ileso,
en tu murmurio, aliciente de tu mano…
De mis manos el tesoro nace alado:
golondrinas de tu salmo en tus virtudes,
regodeo de la pluma, lento prado,
que mi incordio a tu belleza, mudes…
Ooh suspiro del verano y de tus labios!
En otro duelo que vence mi arrebato!
Galanteo de tu ausencia, por un rato,
escapada en mis venablos, labios sabios…
Por tu voz trae la esmeralda algún atino
ó la palabra de mi Musa es pasajera,
tan elocuente como el lustro en la pedrera,
de mi doncella que me hiere mi destino…
Presente tieso, vanguardia sin un beso,
taimada bruma, que la noche has hecho labio,
de mi destreza, la pasión es sólo eso,
un corazón que desea tanto de tu oprobio…
Noche sendero, calmo pa’ el regreso,
de mi insistencia al coro de tus labios,
en otra enmienda que mi hurto, roba el beso,
de tu belleza, ó de mi noche, ó tus envíos…
Trovan asirse, en mí despuebla un arrebato,
de la calma a pulcritud nace en tu seno,
sólo una danza de emoción sin tu veneno,
que el corazón que me acobarda, mato…
Innato albor, de tu mejilla, algún arrobo,
es la palabra mi soltura engalanada:
ó mi prisión; si no el destello, lacerada
de tu moldura, sólo tú, sólo mi robo…
Nace hortelana y fecunda el garabato,
de mi mejilla, el torvo macilento,
de mi distancia y enésimo aspaviento
de tu guitarra dulce, de tu rato…
De lo distante: socorro de mi guardia,
en otra espera, tan ritmo como celo
en la virtud, llamado terciopelo,
de tu mirada, tan dócil como en guardia…
De mi distante socorro nace mutuo
el resplandor, y tan íntimo secreto:
ya tu mirada: rescoldo nuevo, seto,
de mi distancia, desde tu seno mutuo…
Tan íntimo secreto es el que guardo…
Mirada añeja, suspiro hacia lo hondo,
de mi doncella, mi goce, mi fecundo
avión, ya desde el trance, yo te aguardo…
Mirada bella, suspiro es el que reto:
de mi doncella, Inspiración, abeto…
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