Enciende de tu pluma…
Enciende de tu pluma, triste premio,
que la golondrina acerada con apremio
injerta en esmeralda tu hermosura,
cual galana sombra le procura
en intonsa luz, barniz que viste,
la llamarada del crepúsculo desiste…
En otra espera, triste, ya acerada,
el coloquial abismo de la nada….
Enciende de tu pluma mi legado,
ó tan risueña glosa, mi varado,
en otra espora del vïento lacerado,
en otra cuna amante, mi resguardo…
Procura energizar sólo lo amable,
que gallardía muestra en estro
de tus tardes; en otra sombra, sable
de la luna, engalanada, el pan no es nuestro…
Tan risa hallada de la sombra lastimada,
en otro incienso de la sal, verde, marina,
en otra espera de lo diurno, coralina,
mi sendero äma, si la voz tañe, es hallada…
En otra cuna blande amor, tañe arrebato,
tal golondrina de la flor, yace sin dueño,
en la esperanza de la voz, procura sueño,
de la bandera de mi torre, dulce innato…
Espuma, si el lienzo en la pradera
casi hortelano, sueña desde el prado,
el otro salmo de la luna: Primavera:
en otra dócil suma de tu amado,
cual golondrina viste un eco en la pedrera…
Estima sangre de savia, junto al reto
de la mortaja en el delirio de mi abeto,
cual rostro apañe, la moldura de mi seto,
en otra hueste más, del vino quieto…
Sangre depura, lo que el árbol yace sueño,
en otra espera amante, de su glosa,
cual suspiro de botella escandalosa,
ya la figura de este mar, del mar empeño…
Desluce la mirada de su rosa,
en otra espera, taimando la alegría
en otro salmo, que espera la agonía,
de tu mirada: en otra sombra, süave rosa…
Descuella el vino prisionero,
tan afincado en su hueste, late fïebre,
de tu cintura, la breve trova orfebre,
de tu mirada, invicta, de tu esmero…
Casi latiera un sorbo, un trago ameno,
de la vanguardia, hasta el eco vulnerable,
en otra espora, del viento, lo mudable,
en otra cera amada, late el seno…
Un labio no procura vestirse de tu beso:
si no la sombra de tu labio, me acentúa,
el labio de tu beso, en otro labio actúa:
ó allana mi desmedro, de mi pretil, mi beso…
En otro goce actúa, tan fiebre de mi ornato,
preludio de tu fiebre, que el manantial, ingrato,
desde tus labios, cuna, de tu verso barato,
es cara golondrina, de tu labio que mato…
Ó ya desde tu beso, mi cuna no gloría,
el beso de tus labios, en mi labio moría…
Enciende de tu pluma, triste premio,
que la golondrina acerada con apremio
injerta en esmeralda tu hermosura,
cual galana sombra le procura
en intonsa luz, barniz que viste,
la llamarada del crepúsculo desiste…
En otra espera, triste, ya acerada,
el coloquial abismo de la nada….
Enciende de tu pluma mi legado,
ó tan risueña glosa, mi varado,
en otra espora del vïento lacerado,
en otra cuna amante, mi resguardo…
Procura energizar sólo lo amable,
que gallardía muestra en estro
de tus tardes; en otra sombra, sable
de la luna, engalanada, el pan no es nuestro…
Tan risa hallada de la sombra lastimada,
en otro incienso de la sal, verde, marina,
en otra espera de lo diurno, coralina,
mi sendero äma, si la voz tañe, es hallada…
En otra cuna blande amor, tañe arrebato,
tal golondrina de la flor, yace sin dueño,
en la esperanza de la voz, procura sueño,
de la bandera de mi torre, dulce innato…
Espuma, si el lienzo en la pradera
casi hortelano, sueña desde el prado,
el otro salmo de la luna: Primavera:
en otra dócil suma de tu amado,
cual golondrina viste un eco en la pedrera…
Estima sangre de savia, junto al reto
de la mortaja en el delirio de mi abeto,
cual rostro apañe, la moldura de mi seto,
en otra hueste más, del vino quieto…
Sangre depura, lo que el árbol yace sueño,
en otra espera amante, de su glosa,
cual suspiro de botella escandalosa,
ya la figura de este mar, del mar empeño…
Desluce la mirada de su rosa,
en otra espera, taimando la alegría
en otro salmo, que espera la agonía,
de tu mirada: en otra sombra, süave rosa…
Descuella el vino prisionero,
tan afincado en su hueste, late fïebre,
de tu cintura, la breve trova orfebre,
de tu mirada, invicta, de tu esmero…
Casi latiera un sorbo, un trago ameno,
de la vanguardia, hasta el eco vulnerable,
en otra espora, del viento, lo mudable,
en otra cera amada, late el seno…
Un labio no procura vestirse de tu beso:
si no la sombra de tu labio, me acentúa,
el labio de tu beso, en otro labio actúa:
ó allana mi desmedro, de mi pretil, mi beso…
En otro goce actúa, tan fiebre de mi ornato,
preludio de tu fiebre, que el manantial, ingrato,
desde tus labios, cuna, de tu verso barato,
es cara golondrina, de tu labio que mato…
Ó ya desde tu beso, mi cuna no gloría,
el beso de tus labios, en mi labio moría…
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