Tapiz de oro
Verde la hebra, que asoma desde el oro
traza y se pierde, en otra luna, en otro coro
cual si la mella de tu arte, en verde trova
alesa un claro de vanguardia, en la recova…
Privada emerge del asomo, cual radiante
y no sombrío serpentín de amor en glosa,
cual el suspiro maniatado que me esboza
en otra ruina, casi al derecho, de mi guante…
En otra almena, si se quiere, bate prímulas,
delgadas sillas, de oro tenue, mis arrobos,
en cuyo cedro me amortaja más las ínfulas
desde su aroma que prevén los otros lobos…
Lacera mi llamado, en otra nube, cual alabarda
retoma su simiente; cual escudero que en su yelmo
no detiene, de su amor propio otra tarde, y se acobarda…
Cual hube armado de una fauce donde mermo,
Adusta loba, de sangrienta nimiedad,
cual sólo lienzo, de proterva voluntad
sobre el embuste de canallas en que pierdo,
todo el ángel de mi cirio, en que me acuerdo
ó toda risa de querubes, donde sellas
en otros páramos de amor, y de doncellas,
la vista insigne de mis máculas, enervo
por sobre alas de langostas y de ciervo…
Sobre lo vacuo, a mi deporte de sonrisa,
bate el esmero de mi fragua, de mi glosa
en mi suspiro, se adormece ya difusa
todo el sendero en mi búsqueda, y aprisa…
Asoma el arte en su sainete, tras la fuga
de su silente, vaga flor, bajo la estrella,
de lo lozano aún encriptando su centella
en otro arte, en otra flor, en otra vega…
En otro arte, si la flor, vuelta manïobra,
estoica pluma, no se fragua en estrambote
ya no el islote de mi oprobio en otra obra
ya no adormece sin el coro que ella azote…
Por sobre el arte, de mi esmero, trae la ruin
de la epopeya de tu arte, sólo al fin,
de la madeja de mi arte, verde crin
en otro sándalo de flor, rojo jardín…
Vuelta a la estrella de mi fábula
arroja un dédalo de lluvia, del satén,
del oro cáustico, ó nervio de la sien
que en otros nervios, otros llanos confabula…
Prístina emerge, del altruismo de mi senda,
en otro amarre, otra sien, otra vereda
para latir, un humano se conceda,
hasta la vaina de su ser, otra reprenda…
Mi voz es tarde, si no hay claro en otro espejo,
mi Sol es cuerpo, si no hay con qué, ó si estoy viejo.
Verde la hebra, que asoma desde el oro
traza y se pierde, en otra luna, en otro coro
cual si la mella de tu arte, en verde trova
alesa un claro de vanguardia, en la recova…
Privada emerge del asomo, cual radiante
y no sombrío serpentín de amor en glosa,
cual el suspiro maniatado que me esboza
en otra ruina, casi al derecho, de mi guante…
En otra almena, si se quiere, bate prímulas,
delgadas sillas, de oro tenue, mis arrobos,
en cuyo cedro me amortaja más las ínfulas
desde su aroma que prevén los otros lobos…
Lacera mi llamado, en otra nube, cual alabarda
retoma su simiente; cual escudero que en su yelmo
no detiene, de su amor propio otra tarde, y se acobarda…
Cual hube armado de una fauce donde mermo,
Adusta loba, de sangrienta nimiedad,
cual sólo lienzo, de proterva voluntad
sobre el embuste de canallas en que pierdo,
todo el ángel de mi cirio, en que me acuerdo
ó toda risa de querubes, donde sellas
en otros páramos de amor, y de doncellas,
la vista insigne de mis máculas, enervo
por sobre alas de langostas y de ciervo…
Sobre lo vacuo, a mi deporte de sonrisa,
bate el esmero de mi fragua, de mi glosa
en mi suspiro, se adormece ya difusa
todo el sendero en mi búsqueda, y aprisa…
Asoma el arte en su sainete, tras la fuga
de su silente, vaga flor, bajo la estrella,
de lo lozano aún encriptando su centella
en otro arte, en otra flor, en otra vega…
En otro arte, si la flor, vuelta manïobra,
estoica pluma, no se fragua en estrambote
ya no el islote de mi oprobio en otra obra
ya no adormece sin el coro que ella azote…
Por sobre el arte, de mi esmero, trae la ruin
de la epopeya de tu arte, sólo al fin,
de la madeja de mi arte, verde crin
en otro sándalo de flor, rojo jardín…
Vuelta a la estrella de mi fábula
arroja un dédalo de lluvia, del satén,
del oro cáustico, ó nervio de la sien
que en otros nervios, otros llanos confabula…
Prístina emerge, del altruismo de mi senda,
en otro amarre, otra sien, otra vereda
para latir, un humano se conceda,
hasta la vaina de su ser, otra reprenda…
Mi voz es tarde, si no hay claro en otro espejo,
mi Sol es cuerpo, si no hay con qué, ó si estoy viejo.
Miér Abr 17, 2024 4:52 pm por caminandobajolalluvia
» Déjame unir mi mano con la tuya...
Miér Abr 17, 2024 4:50 pm por caminandobajolalluvia
» Tu rostro...
Lun Abr 15, 2024 3:55 am por caminandobajolalluvia
» Memoria de tu luz, cuerpo bohemio...
Mar Abr 09, 2024 9:05 pm por caminandobajolalluvia
» Mi ciudad
Jue Abr 04, 2024 1:08 pm por caminandobajolalluvia
» Mujer -reclamo tus rosas-
Jue Abr 04, 2024 1:02 pm por caminandobajolalluvia
» La huella del amor...
Jue Abr 04, 2024 1:01 pm por caminandobajolalluvia
» Desnuda cadencia...
Jue Abr 04, 2024 12:59 pm por caminandobajolalluvia
» Son claveles...
Jue Abr 04, 2024 12:55 pm por caminandobajolalluvia