Tatuado en el misterio…

Tatuado en el misterio…

Tatuado en el misterio, de no sentir la forma,
hundida entre las aguas, de tu sutil reclamo
venablo que no acierta, para saciar reforma,
incordio de tu cuerpo, para decir, te amo.
Mis horas son murallas, que gozan estatuillas
venablos de cedazos, donde se pule el mármol,
crisálida de füentes, desnudas maravillas
el ego de tu cuerpo, opaca su tremol…

Arúspice del agua, Ooh Náyade marina,
reflectas tu artesano, de goces altruistas
y celebras de tu mano, el alba en que persistas
ser goce de mis ojos, Ooh espada endrina…!
Te viertes en un ágata, de sombra en mis laureles
oprobias la tinaja, del verbo de mis artes,
desnudas con pinceles todo tu amor, en partes
y vuelves amazona, tu claro, dócil, hieles…

Oh nuncia de voltaje, de fauna entre la costa,
de tus orillas robas, las huellas a tus plantas
desnudas, no son tantas, para blandir tu casta
bravura con tu cielo, desnuda mientras cantas…
Mis ojos son doseles, de mustios oropeles,
do braman en su alcurnia, salvajes los donceles
para vestir el arpa, y el piano de tus sendas
livianas maravillas, que escondes en tus riendas…

Mis ojos no prohíben, lo claro a tu revoque,
el ocio de tu toque desnuda de mi amparo
besando un loco faro, de núbil ó disparo
que vuela con tu goce, de vuelo en el estoque…
Tu esgrima vuelve el ala, a tu sutil tarëa,
de goce me procrëa, su nimbo en otras mïeles,
contigo y los pinceles, desnudas mi pelëa,
de robo entre tus senos, de lajas entre abriles…

Mis ojos no son faro, para blandir tu muda
belleza de tu testa, tan sólido tu cüerpo,
verano donde acendro, tu juventud desnuda,
los ojos de tu cuerpo, con alas, donde acuerpo…
Virtud de moralejas, atadas a tu espalda,
tus glúteos no mellados, de fugas en tu artesa
tan sólida belleza, que abrasa los bocados
de ser tu muda presa, besando te rescalda…

Blasón a mi querube, tan luego no te afinta,
para saciar el bucle, del alba a mi desgano
mortal hacia mi mano, donde he sentido y pinta,
mis rojos son clavëles, perfumes de tu mano…
Mi beso es otra fauce, en fauces del demonio,
que buscan en tu Cielo, el paraíso ufano,
para blandir mi mano, estoico en tu dominio,
buscando el narcisismo, centella a mi desgano…

El alba trova un lienzo, para blandir en alto,
panojas delicadas, conformes a tu rämo,
ó nuncios, mi descaro! Se vuelven sombras, salto
de ser contigo alas, en vuelos, mientras amo!
Tu búsqueda es azor, para blandir la mella,
rociada con estrella, a estrellas de tu salmo,
para cohibir la luna, en cedros, mientras, calmo
me alejo en tu mejilla, para besar mi bella…

Descubres lentos pies, hundidos en lo blanco,
tendidos de fragancias, tan rosas como flanco…

Dime si eres hermosa, desnuda en tu panoja,
ó Cielo eres del alba, desnuda tu congoja…