De Amor y pena
De Amor y pena, solloza su letargo,
de Sol y arena, de júbilo calado,
sol y esperanza, para el sólido llamado
música y el arpa, consigo y su descargo…
Música apena, sollozo en la esmeralda
vacía sin su adorno, gentil en la presteza,
tan sólida belleza, de nuncio ardor y escalda
la sólida esmeralda, de tu loor y presa…
De amor y pena alzada, sollozo verbo enjuta
asida solamente, por el bastión, diamante
tan sólida belleza, el júbilo triunfante,
la azul quimera errante, que el mar ciego no enluta…
Pasïva de oro baña, solemne trago enfría,
tan duro de oropeles, tramonta y luego ansía
por el motivo austero de lunas donde aquejan,
tan sólido bermejan, su boda y luego espejan…
Tus ojos no me enseñan a blandir tu ciego aroma
tan fúlgido, imanente, cual bravo pincel presto,
con fuga lo contesto, en anaquel temprano, encesto
una mirada, y vacía mi artesano. Tu roma
curva añade, de su pincel, adentro, la fuga
del verano, tatuada en su misterio, y en silla
de cabestros, la luna asida llama, la llama que apechuga
y ensilla su misterio: su arte no lo doma, y halaga y encuclilla…
De amor y pena alzada, su ósculo rebate
misterios y acicate, de su sabor indemne,
vacío y sola puge, loor a su solemne
perplejo tramo adusto, con frío de remate…
De luz y pena alzada, su risa no decora,
inversamente alada, conjuro así la mella
su arte en otra estrella, de boca, las demora
y encima en oropeles, de su clamor, centella…
Tu boca no me apresa con frío en su letargo,
de amor y pena alzadas, suspiro en mar amargo,
de rosas y suspiros que fugan en su mella
contigo y otro amante, clamor en su querella…
De rosas en suspiros, suspiros en las rosas,
desama y luego une, tu fría voz, palabra
de juncias y doseles, de lauros en las cosas
asidas de Misterio, sutil, en tramo labra…
De fuga y de sotillo, de fragua y estrambote
figura en tu cabestro, gentil, llama a su dote,
perjuro de amenazas, la ciega luz, su forma
en otra mente adusta, proclive a su reforma…
Desama tu sendero, te pesan ya las piernas,
y aroman ya las flores, contigo y sus rezumos,
de sombra y luego luces, de bocas en tus humos
plagados de belleza, contigo y sol, gobiernas…
Alhaja y el pecado, su flor henchida muere,
desama lentas noches, mi corazón no fuere…
De Amor y pena, solloza su letargo,
de Sol y arena, de júbilo calado,
sol y esperanza, para el sólido llamado
música y el arpa, consigo y su descargo…
Música apena, sollozo en la esmeralda
vacía sin su adorno, gentil en la presteza,
tan sólida belleza, de nuncio ardor y escalda
la sólida esmeralda, de tu loor y presa…
De amor y pena alzada, sollozo verbo enjuta
asida solamente, por el bastión, diamante
tan sólida belleza, el júbilo triunfante,
la azul quimera errante, que el mar ciego no enluta…
Pasïva de oro baña, solemne trago enfría,
tan duro de oropeles, tramonta y luego ansía
por el motivo austero de lunas donde aquejan,
tan sólido bermejan, su boda y luego espejan…
Tus ojos no me enseñan a blandir tu ciego aroma
tan fúlgido, imanente, cual bravo pincel presto,
con fuga lo contesto, en anaquel temprano, encesto
una mirada, y vacía mi artesano. Tu roma
curva añade, de su pincel, adentro, la fuga
del verano, tatuada en su misterio, y en silla
de cabestros, la luna asida llama, la llama que apechuga
y ensilla su misterio: su arte no lo doma, y halaga y encuclilla…
De amor y pena alzada, su ósculo rebate
misterios y acicate, de su sabor indemne,
vacío y sola puge, loor a su solemne
perplejo tramo adusto, con frío de remate…
De luz y pena alzada, su risa no decora,
inversamente alada, conjuro así la mella
su arte en otra estrella, de boca, las demora
y encima en oropeles, de su clamor, centella…
Tu boca no me apresa con frío en su letargo,
de amor y pena alzadas, suspiro en mar amargo,
de rosas y suspiros que fugan en su mella
contigo y otro amante, clamor en su querella…
De rosas en suspiros, suspiros en las rosas,
desama y luego une, tu fría voz, palabra
de juncias y doseles, de lauros en las cosas
asidas de Misterio, sutil, en tramo labra…
De fuga y de sotillo, de fragua y estrambote
figura en tu cabestro, gentil, llama a su dote,
perjuro de amenazas, la ciega luz, su forma
en otra mente adusta, proclive a su reforma…
Desama tu sendero, te pesan ya las piernas,
y aroman ya las flores, contigo y sus rezumos,
de sombra y luego luces, de bocas en tus humos
plagados de belleza, contigo y sol, gobiernas…
Alhaja y el pecado, su flor henchida muere,
desama lentas noches, mi corazón no fuere…
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