Para que vuelvan las flores

Para que vuelvan las flores

No sé ni cómo exhibir
la mancha de esta humedad,
que es tanta la levedad
de estos tiempos por vivir.
Que me resigno a morir
sin intentar la alegría,
sin conquistar a porfía
un lugar en esta estrella
y una semilla en la huella
que aquí dejo cada día.

Sé que no puedo yo solo,
por eso es que al sol invito
y al reino de lo infinito
que habita de polo a polo.
Sé que ni el viento controlo,
menos la marcha del hombre,
pero sé bien que el renombre
no lo ganó por su fuerza,
que más gana quien conversa
de sus sueños y su nombre.

Así pues yo me presento,
soy uno más de los tantos
que ha creído con sus cantos
liberar su pecho al viento.
Que vive sano y contento
en medio de estos abismos,
que vence sus egoísmos
amando del mar las olas
y que en sus noches más solas
a solas duerme sus sismos.

Y así llego a la alborada
despertando en la esperanza
de que la dicha se alcanza
si derrotamos la nada.
Me yergo en cada jornada
consciente de lo pequeño,
feliz de juzgarme un sueño
por cumplir paso por paso,
y feliz de, en un abrazo,
compartir el mutuo empeño.

Sé que ya no hay garantía,
fallan la ley y el respeto,
la vida enfrenta el aprieto
de que no queda más guía.
Sé que somos mayoría,
pero aún falta ser mejores,
por eso, fieles señores,
hago un llamado al asombro
y en mis pasos ya los nombro
para que vuelvan las flores.

http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/

03 12 14