Eriza la luz de mi racimo, con palabras de agonía
por la luz que en su huella de camino, niña alada
gime y ora en su clemátide baldada
aquella luz que mi templanza sostenía…
Cardumen pétreo que a mi sonrisa desdibuja
mirada al fin, del horizonte en la panoja
y en mi ribete a mi silencio luna escopla
mi solo cielo que hace bien, mi sol resopla…
Mirada árde en mi silencio, la mañana
de luna queda, de marmórea evanescente,
la misma ruin y sobre alada sombra hiriente
y pasajera al fin, mi voz temprana…
Mi luna árde, mi recelo casto incide
sobre la huella de mi ardor nace la testa
de mi sombrío pasajero que contesta
sobre tu voz, lo mismo helado que reside…
Mi voz es cielo, mi velamen sed de olivos
que sobre mares es cadencia y es azares
sobre clemátides la huella, despertares
hace el silencio en verde mar, tan primitivos…
De mi doncella al verde mar, Tú la Sirena
de sólo cielo, de mi amor, desde el ahínco
desde la Luna que hace al azar prístino cinco,
verdura en caldo sobre el mar, muda mi pena…
Mi solo vate hace cïego mi velamen
sobre esta huella de mi afán, de muda loa
de verde mar, sobre dos verdes, que en la proa
mi verde mar es sólo verde, ciego amen…
Mi solo estigio pudoroso en verde rüina
solo silencio de mi voz, desde mi estima
crece, aún crece de mi voz mudo balüarte
mi solo arpegio de furor, donde desëarte…
Mi sola noche es verde espera, nace hiriente
la sola flota de mi ardór, sobre tu mella
que casi mudo, sobre albor, la misma estrella
es sólo cielo a mi furor, mi sol cadente…
A mi suspiro, no mi flor, mi verbo frágil
hace la endecha de tu flor, de tu rocío
que en la mirada de mi sombra, en mi navío
hace los cielos de mi albor, mi vuelo ágil…
Sobre cadencia de mi ardor, muda mi llama
el contoneo de tu flor, nítida rama,
de solos cielos, verde flor, ó bella dama
mi sol de histeria en mi furor, mi albor derräma…
Verde prudencia de mi flor, mi desvarío
al solo ébano tu flor, es mi amorío
al verde canto de tu flor, mi flor, estío
sobre la huella a mi furor, navío, río…
Mi sombra endecha sobre álgida, la pena
muda envenena ya mi claustro gentil proa
de mi ribete nacarado, luz que roa
con su silencio de oro enhiesto, sino, arena…
Tu voz es frágil como un verso, una alborada
ó sola endecha a mi grumete nacarado,
de mi voz queda, de mi sol tan destemplado,
de mi doncella a mi silencio enamorado!
Mi voz es lenta, como el mar roba tus alas,
Ó sólo ciega con mi ardor, muda recalas…
Tan sólo el mar, esconde en frías olas, la pelëa,
Mi amor se esconde en tu llamado, Sol, Andrea.
Ayer a las 6:07 pm por caminandobajolalluvia
» Tu cuerpo se desviste...
Miér Abr 17, 2024 4:52 pm por caminandobajolalluvia
» Déjame unir mi mano con la tuya...
Miér Abr 17, 2024 4:50 pm por caminandobajolalluvia
» Tu rostro...
Lun Abr 15, 2024 3:55 am por caminandobajolalluvia
» Memoria de tu luz, cuerpo bohemio...
Mar Abr 09, 2024 9:05 pm por caminandobajolalluvia
» Mi ciudad
Jue Abr 04, 2024 1:08 pm por caminandobajolalluvia
» Mujer -reclamo tus rosas-
Jue Abr 04, 2024 1:02 pm por caminandobajolalluvia
» La huella del amor...
Jue Abr 04, 2024 1:01 pm por caminandobajolalluvia
» Desnuda cadencia...
Jue Abr 04, 2024 12:59 pm por caminandobajolalluvia