[b] La autocrítica.
Ahora que analizo el contenido
de lo que un día, creyéndome poeta
yo escribiera…
Ahora me doy cuenta de que he sido
un inculto, un pedante, un engreído
como antes de mí jamás lo hubiera.
No obstante, lo que dije ¡dicho queda!
Mi estro no dio más, mucho lo siento,
y aunque las musas nunca me asistieran,
lo escribí con amor, con pasión y sentimiento;
virtudes que hoy no tengo, y que quisiera.
Porque ahora que columbro la poesía,
que un soneto distingo de un cuarteto
y una oda también de una elegía;
ahora que leo al Dante con respeto,
que vengo y voy de Sáfo a Rosalía,
ahora que soy “culto” entre comillas…
¡No se me ocurren más que tonterías!
La papelera tengo bien repleta
de cuartillas, de folios, de chuletas
con versos que no cuadran y rechazo,
desde que a toda ultranza y sin cordura
quiero alcanzar la cumbre del Parnaso.
Y es que, como Sócrates diría:
“Ahora sólo sé que no sé nada”
por eso que me paso todo el día
intentando que esta lira mía
se ajuste a mis nuevas coordenadas.
Ahora me apasiona el caligrama.
Me ha dado por la forma, y no la idea,
no escucho el corazón, urdo la trama
con frases sin azúcar y, a desgana,
con dosis al por mayor de verborrea.
Hoy reniego de aquel triste poetilla,
de chabacanas y manidas cantinelas,
con las que humedecí tantas mejillas
de soldados, de novias y de abuelas.
¡No, no quiero seguir siendo aquel poetilla!
Ahora que analizo el contenido
de lo que un día, creyéndome poeta
yo escribiera…
Ahora me doy cuenta de que he sido
un inculto, un pedante, un engreído
como antes de mí jamás lo hubiera.
No obstante, lo que dije ¡dicho queda!
Mi estro no dio más, mucho lo siento,
y aunque las musas nunca me asistieran,
lo escribí con amor, con pasión y sentimiento;
virtudes que hoy no tengo, y que quisiera.
Porque ahora que columbro la poesía,
que un soneto distingo de un cuarteto
y una oda también de una elegía;
ahora que leo al Dante con respeto,
que vengo y voy de Sáfo a Rosalía,
ahora que soy “culto” entre comillas…
¡No se me ocurren más que tonterías!
La papelera tengo bien repleta
de cuartillas, de folios, de chuletas
con versos que no cuadran y rechazo,
desde que a toda ultranza y sin cordura
quiero alcanzar la cumbre del Parnaso.
Y es que, como Sócrates diría:
“Ahora sólo sé que no sé nada”
por eso que me paso todo el día
intentando que esta lira mía
se ajuste a mis nuevas coordenadas.
Ahora me apasiona el caligrama.
Me ha dado por la forma, y no la idea,
no escucho el corazón, urdo la trama
con frases sin azúcar y, a desgana,
con dosis al por mayor de verborrea.
Hoy reniego de aquel triste poetilla,
de chabacanas y manidas cantinelas,
con las que humedecí tantas mejillas
de soldados, de novias y de abuelas.
¡No, no quiero seguir siendo aquel poetilla!
Dom Mayo 05, 2024 8:02 pm por caminandobajolalluvia
» Desde la ventana
Dom Mayo 05, 2024 7:56 pm por caminandobajolalluvia
» Por qué, la guerra?
Miér Mayo 01, 2024 6:07 pm por caminandobajolalluvia
» Tu cuerpo se desviste...
Miér Abr 17, 2024 4:52 pm por caminandobajolalluvia
» Déjame unir mi mano con la tuya...
Miér Abr 17, 2024 4:50 pm por caminandobajolalluvia
» Tu rostro...
Lun Abr 15, 2024 3:55 am por caminandobajolalluvia
» Memoria de tu luz, cuerpo bohemio...
Mar Abr 09, 2024 9:05 pm por caminandobajolalluvia
» Mi ciudad
Jue Abr 04, 2024 1:08 pm por caminandobajolalluvia
» Mujer -reclamo tus rosas-
Jue Abr 04, 2024 1:02 pm por caminandobajolalluvia