Domingo

Domingo

Descansar, qué mejor que en un domingo
reír, soñar, dejar que el mundo cante
que el sol algo más tarde se levante,
que del dolor decir “para mi es gringo”.

Ser como el ganador de un magno bingo
y un millón repartir de fe gigante,
de abrazos y canciones sin más guante
que el propio corazón sobre este pingo.

Y entonces no pensar en el respingo
de un tiempo de temor o simple aguante,
más bien decir “pesar, yo aquí te extingo”.

Y entonces verte hablar, cerca o distante,
que sepas que en lo que ardo te distingo
y a tu salud celebro en este instante.

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17 03 13