Lo misterioso

Al observar el mundo,
emerge de nuestro Yo profundo
un asombro y horror sagrado
al percibir que el misterio nos rodea
y, además,
inunda todo nuestro interior…

Urgidos por ansias de saber
exigimos a la ciencia
razones de todo
y la Verdad es evasiva,
huye como agua entre los dedos,
pues la vida misma
constituye el más alto enigma;
así como la gestación,
el nacimiento, el amor y el morir…

La Naturaleza, gran nodriza,
nos sorprende nutriendo en su seno
la inmensidad de los seres vivos.

¡Qué potencialidad la de la semilla
que en su minúsculo ser tiene
la posibilidad de dar vida
a un bosque entero!

El vuelo estremecido
del colibrí desafía
la más alta tecnología
ideada por individuo alguno.

Nuestro cuerpo,
completo laboratorio
jamás concebido por humana mente,
nos embarga de admiración.

Basta mirar
con la inocencia de un niño
para descubrir el misterio
en nuestro diario discurrir
e ir por la vida plenos de gratitud
por esa Inteligencia Creadora
que engendró la enorme
diversidad del Universo.