Por pedazos

Por pedazos

Rodé de cuerpo en cuerpo, por pedazos
de almas adheridas al gran roce fugaz,
por pálidos rigores de dos pieles desnudas,
por el sabor de copas ya bebidas antes,
durante y, a veces, las menos, tras el acto.

Dejé que me besaran a la memoria de otros nombres,
con lenguas que asediaban un sabor nunca más suyo,
besé también con ojos puestos en lo ausente,
con besos tan vacíos como la charla innecesaria.

Amé, diré que amé, quizá sólo fue sexo,
pero un volcán cubrió la noche y su destello,
pero una voz me habló de un cielo siempre juntos,
entonces yo rodé, venían otros cuerpos.

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14 09 12

Está claro que obtenemos las más de las veces sólo lo que nos merecemos. Saludos y mi gratitud, poeta.-