QUÉ ES EL ENTUSIASMO

“Todo lo que pidan en la oración crean
que ya lo han recibido y lo obtendrán”
Jesús

Esta palabra proviene del griego en y theos Dios, lo que significa “en Dios”. Es estar “poseídos por Dios”. Este estado implica un gozo profundo por lo que se hace y una meta o visión muy definida de lo que se persigue. Es como una flecha con una trayectoria hacia el blanco.
El gozo por lo que hacemos sumado a una meta o visión motivadora se convierte en entusiasmo que resulta fuente de inspiración y enriquecimiento para muchos seres a través de nuestra actividad. Ésta conlleva la concreción en el plano físico del uso creativo de la mente. El entusiasmo no es generador de estrés pues todo en él es congruente; vibra con una frecuencia muy elevada resonando con el poder creador del Universo, en perfecta armonía con el principio creativo y expansivo de él. Carece de ego, puesto que se desarrolla sin apego. Una vez pasada la ola creadora volvemos a un núcleo de quietud quedando el gozo por lo que hacemos hasta que vuelve a aparecer otra ola.
El entusiasmo cuando se hace permanente imprime un poder enorme a todo lo que hacemos, es una ola intensa de energía creadora que nos impulsa a montar sobre ella y navegar, tanto que llena de asombro a los que nos observan. Sin duda, nosotros conocemos la verdad, hay una fuerza infinita y sobrenatural (Dios en nuestro interior) que nos impulsa y nos dejamos llevar blandamente por ella, sin resistencia alguna. Con inmenso amor deseamos abarcar a los demás, tan inclusivo es; no necesita robar energía a nadie ni a nada pues vive de su propia abundancia. Cuando encuentra obstáculos en su concreción busca atajos o cede y acoge al otro, convirtiéndole en su aliado.