Cual la mañana rota

Cual la mañana rota en tu velamen preso
ausente del zafiro que levanta en el regreso
sumido aljófar, diurno, esboce biselado
trunco aroma, sutil claro de plata
que a desmedro de bandada, océano escarlata
esposa al verbo es, y nace sobre helado
displicente mar agrío, rota seña
caliginoso, errante se despeña…

Bóveda que al verso aroma no persuade
la sombra en aridez de su conjuro siente
y dobla y esbeltez del ala que se evade
sobre el ala del zagal que sombra no presïente…
Alea en la mitad de su bóveda iridiscente
su efluvio no tan néctar evado en la neblina
que la bruma desestima en el solo solo errante
sobre el céfiro menguante, arrebatando la escofina…

Diurno mientras tanto doblega paz y nace
el oro en la vendimia, el sol que esparce
su sol acantilado y lenta paz que mueve
y asombra de la nieve su nave sombra en nieve…
Vuelca su navío el mar que vuelve pena
campana de la arena, su sombra en las mitades
que el ala de volar su vuelo en las deidades
cimera triste ensombra sobre el mar apena

Y diurno y sobre el alba su circo se disfraza
sobre alas de zaguán, sobre pasos que atemprana
juventud de trasoñar la vista que engalana
y asombra con tu faz la bóveda que envasa…
Sigilo son tus besos, del mar, en el arriado
proclive a despertar, tu sombra en el amado
igual al inmortal que júbilo desëado
asombra mineral de su júbilo templado…

Someramente adueña su callado aroma
sobre el silencio que en silencio llega,
y a su vista perpetuar anega
la sombra veranïega, de su flor la toma…
Allega sü virtud clamada en esmeralda,
ubicuo pez que espada la anochece
sobre sombras que inmortal su júbilo perece
adosado mineral que alude tras tu falda…

Silencio he de llegar por sobre la montaña,
y asombra en su furor cabría noche diurna
campana mineral que su ascua adorna
sobre el vello de oro en flor de flor tan ermitaña…
Oráculo del mar, y del cielo su porfía
deslumbra en el abrigo que su vértice despliega
teodolito sobre el mar que deslumbra, que despega
su carbunclo es ésta flor que deslumbra lo que alía…

De su flor el cosmos cede, estrellas sin embargo
a su piel nadar es fragua, oscila mar amargo...