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por Mariluz Reyes Fernández Mar Abr 10, 2012 4:51 am
En el eslogan publicitario de una nube
más que anuncio era la oferta expresa
de un pegaso para el sábado:
¡Qué bien se expresan las nubes…
hasta con mitógrafo se expresan!
Pero no alcanzo desde mi observatorio
el por qué de la cuestión:
la falta de custodios en el ámbito atmosférico
¡Se escapó tal boceto
y con él la lluvia en abundancia!
¿Pegaso? ¿Dáctilo? ¿ O ángel? _No lo sé.
¡Qué sediento bajó el caballo de bullas tantas!
Fue puro granizado como cuando cae
de forma brusca sobre el terreno
y da fuerte un coscorrón en la cabeza
y sale volando la víctima.
¡Valga las sandalias aladas que hallé
en los granizos!
Ahora con vuelo de luciérnaga elevo mi pensamiento
hasta las nubes y le pregunto:
¿Por qué vosotras se comportan sinvergüenzas?
Y tal vez algún día no muy lejano se sepa
la respuesta de tal interrogante,
a través de un calidoscopio de muchos lentes
que escarba muy oculto en este mundo.
Y por ende el misterio
de este caballo cuentista de las nubes
que anunciaba una misión fluvial en la tierra
estando muerto de sed…!
¡Qué falta hace la lluvia!
Dáctilo: En la mitología griega son hechiceros
El poema refiere esos días que las nubes pronostican lluvia, y todos nos quedamos esperando de que caiga, principalmente los agricultores, también en la ciudad para que refresque el ambiente y limpie las calles. Cuando digo (coscorrón) me refiero al disgusto que nos llevamos al ver que luego de hincharse las nubes no cae la lluvia.
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