Secretos para volar
Ya no hay rama, pajarillos,
ya no hay nidales ni cielo,
todo es arrastrarse al suelo
como viles gusanillos.
En vez de alas, dos gatillos,
en vez de aire, pecho a tierra,
por no vivir esta guerra
no rompen el cascarón
y, si lo hacen, precaución:
que aquí el que confía, yerra.
Así está el mundo, señores,
enjaulado como un puma,
busco en sus fauces la pluma
con que aliviar mis dolores.
No hacen falta los doctores
para explicarnos la historia,
soy ave de gran memoria,
soy ala de un vuelo errante,
vengan conmigo al instante
que no es del buitre la gloria.
Dónde quedó la paloma
que llevó la oliva al arca
o el cóndor que fue monarca
de Los Andes a la loma.
No es loro el de la maroma
sino el que libre se eleva,
y es gaviota la que lleva
en su buche al camarón,
ni el gallo el que en un rincón
su canto a dar no se atreva.
Dicen que también tuvo alas
el hombre y su descendencia,
Ícaro fue una experiencia
y hubo otras también muy malas.
Pero en otras tuvo galas
de rey del celeste espacio,
surcó el cielo, ya despacio,
ya raudo como un cometa,
sólo que perdió la meta
y a volar se hizo reacio.
Por eso vuelvo al llamado
de elevarse al horizonte,
que allí el amor nos remonte
con un vuelo renovado.
Sea el hombre liberado
junto a las aves del mundo,
el cielo es lo más fecundo
para el que cree en sus sueños,
y no hay pájaros pequeños
para alcanzar lo profundo.
14 03 12
Ya no hay rama, pajarillos,
ya no hay nidales ni cielo,
todo es arrastrarse al suelo
como viles gusanillos.
En vez de alas, dos gatillos,
en vez de aire, pecho a tierra,
por no vivir esta guerra
no rompen el cascarón
y, si lo hacen, precaución:
que aquí el que confía, yerra.
Así está el mundo, señores,
enjaulado como un puma,
busco en sus fauces la pluma
con que aliviar mis dolores.
No hacen falta los doctores
para explicarnos la historia,
soy ave de gran memoria,
soy ala de un vuelo errante,
vengan conmigo al instante
que no es del buitre la gloria.
Dónde quedó la paloma
que llevó la oliva al arca
o el cóndor que fue monarca
de Los Andes a la loma.
No es loro el de la maroma
sino el que libre se eleva,
y es gaviota la que lleva
en su buche al camarón,
ni el gallo el que en un rincón
su canto a dar no se atreva.
Dicen que también tuvo alas
el hombre y su descendencia,
Ícaro fue una experiencia
y hubo otras también muy malas.
Pero en otras tuvo galas
de rey del celeste espacio,
surcó el cielo, ya despacio,
ya raudo como un cometa,
sólo que perdió la meta
y a volar se hizo reacio.
Por eso vuelvo al llamado
de elevarse al horizonte,
que allí el amor nos remonte
con un vuelo renovado.
Sea el hombre liberado
junto a las aves del mundo,
el cielo es lo más fecundo
para el que cree en sus sueños,
y no hay pájaros pequeños
para alcanzar lo profundo.
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Última edición por Oscar64 el Dom Mar 25, 2012 4:31 pm, editado 1 vez
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