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por Ven soledad y cobijame en tus barzos de espinas,
aquellas que cuantiosamente eh ido sembrando a lo largo de mi existir dasauciado.
¿Ya para que anhelo la esperanza perdida en el mar de mi melancolía?
Mejor dejar de jugar a ser aquel incistente pescador en el mar de todas mis lágrimas,
y empezar a ser quien ya no era, esa que soñaba y creía que en la vida todo era ilusión,
que podría hacerse en algún momento inesperado realidad, y empezar a entender...
...que la red que lanze al mar formado de mis lamentos, hallara en el fondo aquello que tanto busco.
Ven soledad, ven y has que deje de decir estúpideces,
suelta la venda de mis ojos irritados de tanto llorar por quien no debe,
abrazame fuerte, y susurrame al oído, que todo aquello que eh vivido, que eh sufrido, solo fue para que este día llegue.
Así tal vez, me sienta mejor creyendo que valió la pena tanta amargura,
y que al fin seremos una, para ya no permitir a nada ni a nadie aflorar de mis adentros,
bellos sentimientos, que luego serán más espinas que por cierto...
ya no caben en mi pecho.
Ven soledad, aquí aguardo ansiosa y en desvelo, que penetres y te quedes viviendo bien profundo dentro mio.
Tú solo ven... yo aquí te espero.
aquellas que cuantiosamente eh ido sembrando a lo largo de mi existir dasauciado.
¿Ya para que anhelo la esperanza perdida en el mar de mi melancolía?
Mejor dejar de jugar a ser aquel incistente pescador en el mar de todas mis lágrimas,
y empezar a ser quien ya no era, esa que soñaba y creía que en la vida todo era ilusión,
que podría hacerse en algún momento inesperado realidad, y empezar a entender...
...que la red que lanze al mar formado de mis lamentos, hallara en el fondo aquello que tanto busco.
Ven soledad, ven y has que deje de decir estúpideces,
suelta la venda de mis ojos irritados de tanto llorar por quien no debe,
abrazame fuerte, y susurrame al oído, que todo aquello que eh vivido, que eh sufrido, solo fue para que este día llegue.
Así tal vez, me sienta mejor creyendo que valió la pena tanta amargura,
y que al fin seremos una, para ya no permitir a nada ni a nadie aflorar de mis adentros,
bellos sentimientos, que luego serán más espinas que por cierto...
ya no caben en mi pecho.
Ven soledad, aquí aguardo ansiosa y en desvelo, que penetres y te quedes viviendo bien profundo dentro mio.
Tú solo ven... yo aquí te espero.
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