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por FUERZA DEMOLEDORA...
Frente una copa de vino tinto logro vislumbrar:
como vas cautivándome con tus encantos,
aquellos que ya me han “idiotizado”.
En mi mano cargo este cáliz enloquecedor,
que me recuerda a tu efímera he inconmensurable voz,
aquella que me silencia todo ruego ahogado,
de tu disipada existencia.
No se exactamente si aya ocurrido en esa danza rotatoria,
adentro de la copa que confina el vino tinto furioso,
de esencia enceguece dora, (pero no más que tú)
la cual hago contonearse con movimientos que se someten
a mi dirección, que hace que te afirme que en ella,
me percato que tú me tocas, no preguntes ¿como?
Solo sé, que tú me tocas.
En mis entristecidos ojos,
cargo una lagrima que no halla labios al cual acudir...
...para únicamente morir,
en el corazón palpita un tormento,
que me corea insistente en murmullo lo que no se desconoce,
ojalá se lograra separar a la certeza... de mí irrealidad,
aquella con la que me abrigo las membranas que se colman
de remansos esperando circular por todo este semblante que
aquí hoy “ves”...
...triste,
...abatida...
...por toda esa tu cruel ausencia.
¿De como me colme de ti?
Le consulté al vino que sereno yacía adentro de la copa;
-no me supo responder-
será que nadie descubrirá jamás la interpretación,
a esto que voy sintiendo por vos.
O solo será que no tiene razón de ser...
es quizás solo uno más de mis desesperados “salvavidas”,
los que muchas veces genero,
para seguir aferrada a esta existencia,
que se luce tan confundida.
Pero de igual modo sabes que?
Cada pose de mis labios en la copa,
cada sorbo de vino que le hurto,
cada aroma abismal con la que me desborda,
cada mirada con la que la penetro,
Ahí... ahí te encuentras tú, insistente,
como temeroso a que te olvide,
y de ti ya en absoluto me acuerde,
como si tal cosa fuera posible que ocurra,
a esta altura de mi amor por ti;
ya sería escupir para arriba,
sería... como intentar tapar el sol con un solo dedo,
extinguir cada estrella del cielo.
Eso es aquello que los humanos
designamos como imposibles!
Eso es lo que yo nombro,
algo delirante!
Es ilógico incluso el echo de en ello verse especulando,
es como dicen por allí...
...¿Para que pedirle peras al olmo?
Si es evidente lo que dentro de esta copa de vino yo advierto,
que me has invadido cada tormento,
te has hecho dueño y señor de cada sueño,
eres parte de mi alma,
el primer pensamiento de mi razón,
un pedazo de mi corazón.
Ya no existe cura alguna a esto...
Este sentimiento tallado en tres letras,
formando un hermoso “verso”
aquel que no rima tal vez con nada,
pero que se complementa muy bien,
con otras tres letras que hace tiempo vagaban por ahí...
...donde las preguntas abundan,
los quebrantos son comunes,
y la arrogancia mucha.
Calla todo lo que desees cáliz embriagador,
calla...!
Solo te pido en este último meneo, a las órdenes de mi palma,
me cuentes si me encuentro habitando en su corazón...
...aquel entristecido y fatigado órgano que ya no sabe de amor,
de aquel bello sentimiento que se desprende de lo popular,
es que no siempre lo encuentras, pero cuando lo descubres,
interpretas que actuará perpetuamente a merced de los dos,
dime...
¿Me hallo morando en su corazón?
Ay...! Que angustia se siente en el alma,
cuando lo único cierto entre los dos,
sea una distancia que nos abofetea el corazón,
que nos desgarra las ganas,
ahogándolos en lagunas que el anhelo impide quebrantar.
¿Existe acaso, un amor como el nuestro?
(Ya sé, son muchas preguntas)
Que dedicamos los días a salvar la distancia que nos separa,
y nos enfrenta a una constante justificación,
de que si este “amor” vale este padecimiento diario de los dos...
Frente a esta copa, ahora ya vacía,
he confesado mi sentir, por esas tres letras formando un “verso”
y que regulan perfecto con otras tres letras que si las juntas,
formas el significado de aquel célebre dicho de un viejo tango... que decía así;
¡Que vivan los locos que inventaron el amor!
Ya mi copa de vino se ha extinto,
solo queda aguardar, que me hunda en el umbral,
de sueños rotos, para intentar rearmarlos,
y despierte consolada pensando... que a pesar de la distancia de los dos,
esto que sentimos, es la fuerza demoledora del amor...
pd:te animas a seguir salvando la distancia que nos separa?
KAINA.
Frente una copa de vino tinto logro vislumbrar:
como vas cautivándome con tus encantos,
aquellos que ya me han “idiotizado”.
En mi mano cargo este cáliz enloquecedor,
que me recuerda a tu efímera he inconmensurable voz,
aquella que me silencia todo ruego ahogado,
de tu disipada existencia.
No se exactamente si aya ocurrido en esa danza rotatoria,
adentro de la copa que confina el vino tinto furioso,
de esencia enceguece dora, (pero no más que tú)
la cual hago contonearse con movimientos que se someten
a mi dirección, que hace que te afirme que en ella,
me percato que tú me tocas, no preguntes ¿como?
Solo sé, que tú me tocas.
En mis entristecidos ojos,
cargo una lagrima que no halla labios al cual acudir...
...para únicamente morir,
en el corazón palpita un tormento,
que me corea insistente en murmullo lo que no se desconoce,
ojalá se lograra separar a la certeza... de mí irrealidad,
aquella con la que me abrigo las membranas que se colman
de remansos esperando circular por todo este semblante que
aquí hoy “ves”...
...triste,
...abatida...
...por toda esa tu cruel ausencia.
¿De como me colme de ti?
Le consulté al vino que sereno yacía adentro de la copa;
-no me supo responder-
será que nadie descubrirá jamás la interpretación,
a esto que voy sintiendo por vos.
O solo será que no tiene razón de ser...
es quizás solo uno más de mis desesperados “salvavidas”,
los que muchas veces genero,
para seguir aferrada a esta existencia,
que se luce tan confundida.
Pero de igual modo sabes que?
Cada pose de mis labios en la copa,
cada sorbo de vino que le hurto,
cada aroma abismal con la que me desborda,
cada mirada con la que la penetro,
Ahí... ahí te encuentras tú, insistente,
como temeroso a que te olvide,
y de ti ya en absoluto me acuerde,
como si tal cosa fuera posible que ocurra,
a esta altura de mi amor por ti;
ya sería escupir para arriba,
sería... como intentar tapar el sol con un solo dedo,
extinguir cada estrella del cielo.
Eso es aquello que los humanos
designamos como imposibles!
Eso es lo que yo nombro,
algo delirante!
Es ilógico incluso el echo de en ello verse especulando,
es como dicen por allí...
...¿Para que pedirle peras al olmo?
Si es evidente lo que dentro de esta copa de vino yo advierto,
que me has invadido cada tormento,
te has hecho dueño y señor de cada sueño,
eres parte de mi alma,
el primer pensamiento de mi razón,
un pedazo de mi corazón.
Ya no existe cura alguna a esto...
Este sentimiento tallado en tres letras,
formando un hermoso “verso”
aquel que no rima tal vez con nada,
pero que se complementa muy bien,
con otras tres letras que hace tiempo vagaban por ahí...
...donde las preguntas abundan,
los quebrantos son comunes,
y la arrogancia mucha.
Calla todo lo que desees cáliz embriagador,
calla...!
Solo te pido en este último meneo, a las órdenes de mi palma,
me cuentes si me encuentro habitando en su corazón...
...aquel entristecido y fatigado órgano que ya no sabe de amor,
de aquel bello sentimiento que se desprende de lo popular,
es que no siempre lo encuentras, pero cuando lo descubres,
interpretas que actuará perpetuamente a merced de los dos,
dime...
¿Me hallo morando en su corazón?
Ay...! Que angustia se siente en el alma,
cuando lo único cierto entre los dos,
sea una distancia que nos abofetea el corazón,
que nos desgarra las ganas,
ahogándolos en lagunas que el anhelo impide quebrantar.
¿Existe acaso, un amor como el nuestro?
(Ya sé, son muchas preguntas)
Que dedicamos los días a salvar la distancia que nos separa,
y nos enfrenta a una constante justificación,
de que si este “amor” vale este padecimiento diario de los dos...
Frente a esta copa, ahora ya vacía,
he confesado mi sentir, por esas tres letras formando un “verso”
y que regulan perfecto con otras tres letras que si las juntas,
formas el significado de aquel célebre dicho de un viejo tango... que decía así;
¡Que vivan los locos que inventaron el amor!
Ya mi copa de vino se ha extinto,
solo queda aguardar, que me hunda en el umbral,
de sueños rotos, para intentar rearmarlos,
y despierte consolada pensando... que a pesar de la distancia de los dos,
esto que sentimos, es la fuerza demoledora del amor...
pd:te animas a seguir salvando la distancia que nos separa?
KAINA.
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