pasa rechinador un tren lejano, sin destino.
Eres tú,
tu pulso es una gota que se resbala
muy suave sobre la sal
cuando atardece en el frío invierno.
El amor se quedó en aquella puerta
en aquel pedazo de noche que nos desnudó,
cuando la hiedra se emparró a tus labios,
y en mi vientre nació
un collage de líneas
y las dulces violas del otoño,
espliego perfumado, cristal de roca
tus dos manos,
tu cuerpo en arco encalado
a mi piel,
cuando crujen lo lechos y el insomnio
de tanto amor,
y el cielo se crispa
y la ternura se vuelca
en una nueva victoria
que lentamente reposa
sobre los dos.
Eres tú,
las horas de un día, y otro día
tu valor,
los ritos elaborados por tus pinceles
que tu rostro embellece
imponiendo a la realidad
como una fórmula,
perpleja y sugerente
cuando llegas desde los valles heroicos,
como un rayo,
y el agua te llega hasta el ombligo
superviviente,
con el azul de los montes y de los mares.
Última edición por kaina el Vie Nov 18, 2011 10:10 am, editado 2 veces (Razón : sugerido por moderador CAMINANDOBAJOLALLUVIA)
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