La alegoría

La alegoría

Medito, en la oquedad de lo invisible,
qué gesto quedará tras irse lejos,
ya muertos, ya exiliados, ya bermejos
de tanto dar la cara a lo imposible.

Qué gloria ganará el puño increíble
que nunca abandonó sus aparejos
de lucha y de luchar sin más espejos
que el otro, que el hermano imprescindible.

¿Acaso alguien irá en su dirigible
con nuestros sueños y actos más complejos
a fundar otro cielo indesmentible?

¿Y en tanto, dormirán nuestros pellejos?
¿Y en tanto, cantará tras lo inaudible
la voz que canta ya en nuestros cortejos?

25 05 11

Quizás sea así compañero, quizás...
Pero no creo que nadie se lleve nuestros sueños a descubrir nuevos paisajes, ya que solo nosotros podemos concebir hasta donde somos capaces de padecer.
Y nuestro valor jamás duerme, es solo que a veces hacemos oídos sordos a lo que nos dice.
Y siempre un coro de ángeles o demonios tendremos para conducirnos a nuestro destierro, eso... eso según como en vida obremos.
Todo un placer pasar por tus versos compañero.

Nada sabemos, compañera, la cosa es no rendirse en la pesquisa, que alguna luz se hará tras darse a conocer y a comprender, no te ´parece? Un saludo.-