A la morena blancura, de tus ojos de Cielo

Nocturno arrebol, que un ave sueña
de un fausto y amado pasajero
clava su música y despeña
el incierto tenor dulce de un jilguero.
Desclava el armonioso ser la música que sueña
y entabla en el latido el goce que proclama
a su silvestre despertar a sola peña
su mística belleza que declama…

Despiértame en medio de la madrugada
donde las horas son ilustres porvenires
de versos que claman ires y venires
de luz preñada y ansiada enamorada...
Dosel que trémulo murmura, bajo el viento
el asir de su ropaje de selva, de lamento
coloreando la luna con el grácil elemento
fructifica mi escoplo como al vuelo del cimiento.

Incesante y prematuro, hace sombras en la noche
como un caudal de lunas que estropean mi celaje
de un despierto aroma que se inclina al azabache:
en tu cabello duerme el sol, donde canta mi paisaje.
Golondrina, que atesoras manantial sin estridente
salpicar la plata que se encuentra en una fuente
y perfumas la alameda que acrisola tu ferviente
ruiseñor de hojas tan quedas, en la luna hiriente.

Galanteo que al timbal del preciso oro consuma
el tenor que sueña sus pasos en las cunas
y al cantar del hombre responde con ningunas
timideces que porfía; y que el ojo abruma.
Música despierta en la aurora de la noche
cual estival estría visceral de un ornamento
que es música y señal entera al instrumento
que gime nueva luz en la semblanza de un coche.

Aciagos versos eran, sin saberlos y mirarlos
en la nieve de tu austral impúdica madera
que luce cuanto estrado fácilmente pudiera
renacer en las estrellas, cual pudiera alumbrarlos.
Y en la silvestre frescura, el oro tañe un verso
que es joven al ensueño de un silente bostezo,
cual dulce que empalaga, de un cerezo
y una ciega dulzura donde caer inmerso.

Pudiera letanía de un zorzal convidar a la dulzura
el solo eco, vendaval, que acecha a mi ventana
y en tus cabellos, la mañana, descubriría su frescura
de un negro palpitar, que abrigaría mi persiana.
Aclara esto doncel, no sea que en la noche,
tras el visceral beso que puebla mi boca
acierto de un saber, mi sílaba trastoca
la pluma y el dintel que tu perfume evoca.

A mi correr, sin embargo, es nemoroso
prolifero en tu blancura, la nieve, victorioso.

Oye,cami,que hermoso escribes amigo, tu poema es música que embriaga. Abrazos para ti.

Muchas gracias, Kin!!!!!! Gracias por pasar por éstas letras!!!!! Te mando un abrazo!!!!!

a ver aver, expliqueme como puede ser morena una blancura que tiene tonos de cielo? jejejeje me disfruté tu poema de principio a fin, pero el título me hizo un triquismiquis acá en el coco que no logré descifrar!

Jajajajajja Muchas gracias Lore!!!!! Gracias por pasar por éstas letritas!!!!
Verás:... Se trata de unos ojos, que al mirarlos, ó al mirarte ellos, no sabes si son morenos, ó si hay blancura en ellos, pero al mirarlos, (y que ellos te miran) Te remontan al Cielo! Al Paraíso!
(Podría uno decir que también son como esmeraldas de la nieve, ó como caleidoscopios de amor!; Pardos, centelleantes!)

Te mando un abrazo y un besototote, querida Lore!!!!!!

caminandobajolalluvia escribió:Jajajajajja Muchas gracias Lore!!!!! Gracias por pasar por éstas letritas!!!!
Verás:... Se trata de unos ojos, que al mirarlos, ó al mirarte ellos, no sabes si son morenos, ó si hay blancura en ellos, pero al mirarlos, (y que ellos te miran) Te remontan al Cielo! Al Paraíso!
(Podría uno decir que también son como esmeraldas de la nieve, ó como caleidoscopios de amor!; Pardos, centelleantes!)

Te mando un abrazo y un besototote, querida Lore!!!!!!

ahhhhhh buenoooooo entonces con esa explicación me dejas más tranquila jajajajajaja la verdad mi niño, querer darle una explicación lógica a tus versos es como querer separar los diferentes matices que se dan cuando ves un diamante a contra luz... tu arte es hermosisimo! besos

Un abrazo y besos para ti, querida Lore!!!!! (Igualmente, Poetisa!!!!)