Como le cuento a esta hoja
Nuestra relación tan secreta,
El cual nadie se podía enterar,
Sino a patas en la calle, de la escuela…
¿Que tema estaba dando?
Cuando mi nombre le he dado,
¿Profesora de que se hacia llamar?
Ni una clase preste atención, le advierto.
Esa impunidad de su delantal,
Y mi impotencia del uniforme,
Mas de las miradas, no he de pasar,
Que cruel, que divina, ¡dios me salve, María!
Cuantas veces grito mi apellido,
Tantas que seguro de mi nombre, no se acuerda…
Compartiendo cigarrillos ocultos,
En ese salón, de la elite, que habitaban solo profesores.
Rubia de tiza y pizarrón,
Cuantas sonrisas le he quitado,
Contando los días de la graduación,
Para conocer su par de labios.
Sobornando las notas de matemática,
Descubrí que su sonrisa valían sietes,
En los boletines perdidos de la secundaria…
Inocentes compañeros, yo no sabia sumar.
Cómplices tus colegas, que la venda me sacaron,
Cuando en la foto de graduación, bromearon…
Con gran ironía, mientras las sonrisas posábamos,
Titularon el retrato, “solo somos amigos”.
En ese instante el tiempo duro
Lo que dura un cigarro en las manos,
De un mentiroso testigo,
La tome por la cintura,
Y en el baño de aquel colegio,
Me enseño el ángulo de sus curvas…
Nuestra relación tan secreta,
El cual nadie se podía enterar,
Sino a patas en la calle, de la escuela…
¿Que tema estaba dando?
Cuando mi nombre le he dado,
¿Profesora de que se hacia llamar?
Ni una clase preste atención, le advierto.
Esa impunidad de su delantal,
Y mi impotencia del uniforme,
Mas de las miradas, no he de pasar,
Que cruel, que divina, ¡dios me salve, María!
Cuantas veces grito mi apellido,
Tantas que seguro de mi nombre, no se acuerda…
Compartiendo cigarrillos ocultos,
En ese salón, de la elite, que habitaban solo profesores.
Rubia de tiza y pizarrón,
Cuantas sonrisas le he quitado,
Contando los días de la graduación,
Para conocer su par de labios.
Sobornando las notas de matemática,
Descubrí que su sonrisa valían sietes,
En los boletines perdidos de la secundaria…
Inocentes compañeros, yo no sabia sumar.
Cómplices tus colegas, que la venda me sacaron,
Cuando en la foto de graduación, bromearon…
Con gran ironía, mientras las sonrisas posábamos,
Titularon el retrato, “solo somos amigos”.
En ese instante el tiempo duro
Lo que dura un cigarro en las manos,
De un mentiroso testigo,
La tome por la cintura,
Y en el baño de aquel colegio,
Me enseño el ángulo de sus curvas…
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