COMPADECIDO,AMADO Y ABANDONADO

El ángel de las mil y una aventuras amorosas divisaba,desde una atalaya,la ciudad que lo había cobijado desde su caída abruta del cielo de sus desvelos.Vestía de ropaje blanco que no concordaba con el gris estacionario del invierno que se había entronado en la ciudad,desde ya hacía mas de un mes.Cambió de vestimenta,tiñiéndose de un negro azabache.Bajó de su atalaya con el firme propósito de hallar una nueva aventura.Aventura amorosa en pleno invierno,sabiendo que amores para él,en esa estación,eran como hojas de árboles llevados por el viento,inalcanzables...perdidas en el horizonte.
La diosa del amor que trajinaba por los cielos observaba el comportamiento de los habitantes de la ciudad,ciudad que se envolvía en las brumas frías del atardecer.Le llamó poderosamente que el ángel vistiera de luto,imaginando que su última conquista había muerto,de allí el luto impecable,negruzco,del ángel que orondamente,aunque cabizbajo recorría la ciudad...eso suponía la diosa del amor.Se compadeció y bajó a la morada humana.
Diosa enamorada,Isthar y Venus en yuxtaposición,desciende del cielo para dar bríos en el amor al ángel que buscaba su última aventura amorosa.Llega a él con la figura de fascinante mujer,le habla al oido con un susurro atrayente:
-Di hermoso doncel,¿ de dónde te viene la tristeza?
-De lo más profundo de mi corazón...Amor es lo que busco y no lo hallo.
Fue la respuesta del doncel con apariencia de ángel a ojos de la diosa.
Para luego continuar diciendo:
-Mi alma vagabundea,mi ser agoniza buscando amor en este invierno frío.A lo lejos escucho el canto de una ave agorera.
Al ver la triste aflicción del ángel,la diosa se compadecía y también comenzaba a morir de amor,llegando al extremo de decirle:
-Di a tu corazón que induzca a tu mano a llevarlo hasta mis senos.
Continuando:
-Que me acaricie la nuca y el pelo.
Para luego sentenciar:
-Que tu imaginación vea espejismos en las imágenes lunares de mis ojos.
Ángel enamorado,extasiado y sonriente,miraba la pupila de los ojos de la diosa.¿Y qué veía?.Se veía como un río torrentoso que no podía dormir por amor,con su cuerpo latente en el cuerpo de ella.Era un invitado imaginario con deseos tras los senos de la diosa,hundiéndose en las caderas de ella y en el delta de sus muslos.
¿Espejismo o realidad? ¿Ciero o incierto? Pero que duda cabe que el ángel de las alas oscuras y la diosa llamativa se confundieron en pasiones desenfrenadas.
La libido pudo más,el noble instinto de ninguna manera era impúdico.El ángel se entregó en cuerpo y alma a la diosa del amor y que más podría hacer,si lo que buscaba era amor eterno y pensaba hallarlo en esa unión desfigurada,por ello en esta oportunidad el ángel se equivocaba otra vez,por que la certeza te abandona cuando intimas con lo ideal y en eso falló ese doncel.Por ello el abandono de ella se dió,ascendiendo a su morada de amor y sexo verdadero.
El ángel solo en el invierno quedó,desamparado con su ropaje oscuro,esperando una nueva primavera que nunca llegaría ya que moriría pensando en esa divinidad;el invierno que se hizo más inclemente apuró su muerte,solo lo acompañó la vanidad de haber tenido su última aventura amorosa,con esa diosa venida de los cielos,¿ave agorera que vino cantándole su muerte?,¿profecía cumplida?..¡Quién sabe,quién sabe!



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Me gustó, que bueno es tenerte entre nosotros compañero MIGUEL, espero que se haya calmado el cause de tus aguas poeta, un fuerte abrazo y nos estamos leyendo.

Es un gusto que te haya gustado.Hay más sobre "ángeles y demonios".Seguiré[quote]